Caracas.- El tamaño de la economía venezolana se redujo de manera notable en los últimos años. El Producto Interno Bruto, entre 2014 y 2020, se contrajo 74 %, de acuerdo con las cifras de la crisis del contexto económico venezolano presentada en la séptima edición de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi).
La reducción del empleo, el incremento de la informalidad en medio de una inflación interanual de 1.743 %, según el Observatorio Venezolano de Finanzas, y la destrucción del poder de compra, son algunos de los principales elementos de la crisis económica a la que se debe añadir la irrupción de una dolarización transaccional en un país con 94 % de la población empobrecida, según datos de Encovi.
Ante ese panorama, y con la entrada en vigencia de la nueva expresión monetaria que le quitó 6 ceros a la moneda, existe la inquietud sobre cuál debería ser el monto del salario mínimo mensual de los trabajadores, fijado desde mayo de este año en Bs. 7 o el equivalente a 1,72 dólares, de acuerdo con el tipo de cambio paralelo.
Según la más reciente medición del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), el precio de la canasta alimentaria de agosto se ubicó en 305 dólares y para adquirir la canasta básica se necesitan 661 dólares.
El Pitazo consultó al director del Cendas-FVM, Oscar Meza, quien de entrada advirtió que no se trata solo de precisar un monto aproximado sobre cuál deber ser el salario mínimo hoy, pues el problema del ingreso de los venezolanos es mucho más complejo por la crisis económica. «El salario debería ser un resultado de la productividad para que tenga capacidad de compra en términos reales y sabemos en lo que han derivado los aumentos anunciados por el Gobierno», resaltó Meza vía telefónica.
La meta del gobierno de Nicolás Maduro debería ser tratar de alcanzar un salario mínimo de 100 dólares; sin embargo, antes debe ocuparse de frenar la hiperinflación, según advierte Meza. «El objetivo debería ser reducir la inflación con un programa de estabilización económica sensato, que es la manera de recuperar la capacidad adquisitiva del salario. Una meta debería ser tratar de alcanzar los 100 dólares. El sector privado está pagando entre 70 y 120 dólares a un empleado que le interesa retener, pero lo puede pagar porque tiene ingresos en dólares, el Gobierno no».
Meza recordó que en 1974 el salario mínimo era equivalente a 104 dólares o 450 bolívares con una capacidad real de compra en un contexto económico muy diferente al actual. «Un salario mínimo debería ser suficiente para adquirir una canasta básica, según lo que establece el artículo 91 de la Constitución; de lo que se trata es que al menos el salario mínimo fuera equivalente a lo que teníamos en 1974, cuando se decretó por primera vez el salario mínimo».
El Banco Central de Venezuela (BCV) dispone de menos de 7.000 millones de dólares entre sus reservas para respaldar cada emisión de bolívares, de acuerdo con datos de la firma Ecoanalítica, por lo que un aumento considerable del salario mínimo no estaría fundamentado en parámetros de producción ni basado en las reservas internacionales.
«Venezuela no tiene cómo sustentar el dinero que pudiera emitir, por la destrucción del aparato productivo y de la producción petrolera. Es preferible que el Gobierno se concentre en implementar un programa económico para reducir la hiperinflación, en primer lugar, para poder recuperar el poder adquisitivo», concluyó Meza.
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