Caracas.- Con muchas dudas y poca información arrancó el nuevo experimento cambiario del Gobierno bolivariano, que promete la libre compra y venta de moneda extranjera en Venezuela.
Se trata de las mesas de cambio que serán supervisadas por el Banco Central de Venezuela y que transarán operaciones en la banca pública y privada de forma abierta y transparente, según lo anunció el ente emisor la semana pasada.
No obstante la promesa, no hubo información oficial el primer día de operaciones: qué tipo de cambio se fijó con base en la oferta y la demanda, bancos participantes en la negociación y número de transacciones. Lo poco que se sabe del mecanismo es mediante información de entes no oficiales.
Y sobre el tipo de cambio con el cual se trabajó el lunes en el país la referencia es la que emite la cuenta de twitter de Dólar Today. El tipo de cambio que se cotizó el lunes 13 fue de Bs. 5.698 por cada divisa americana.
Para el economista Jesús Casique, “empiezan a operar las mesas de cambio, pero no hay oferta de dólares y tampoco bolívares para comprarlos, porque el BCV aplica un encaje marginal del 100 %, a pesar del aumento de la emisión de dinero sin respaldo”. Así lo escribió en su cuenta de Twitter.
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Otras fuentes bancarias comentaron a El Pitazo que “no hay una directriz en lo que debe hacer la banca en relación con las negociaciones. Lo que tenemos claro es la lista de requisitos que debemos solicitar a los participantes de estas mesas de cambio. Hasta tanto no haya negociaciones no podremos saber cuál es la tasa promedio ponderada que regirá la economía nacional”.
Añadió que las subastas del Dicom o dólar complementario tampoco fueron convocadas por el BCV el lunes 13 de mayo.
Este intento de activar mesas de cambio en el país pretende captar divisas en efectivo para cubrir las demandas del mercado minorista. Enfrenta dificultades al intentar efectuar operaciones de montos altos y mediante transferencias de moneda extranjera a las cuentas de los compradores, debido a las sanciones financieras que impuso el Gobierno de Estados Unidos al régimen que lidera Nicolás Maduro.
La principal dificultad que encuentra la banca nacional es la ausencia o la negativa de trabajo con Venezuela por parte de los bancos corresponsales (representantes) que tienen relación con el sistema bancario de los Estados Unidos. Ninguno ha querido procesar alguna operación con este país por temor a amonestación del Gobierno americano.
Esto indica que los 45 millones de dólares que, al menos, necesita la economía nacional para generar algún tipo de comercio y operaciones financieras no serán transados aun por los mecanismos que estipuló el BCV. Habrá que esperar si en el resto de la semana el experimento cambiario del Gobierno bolivariano arranca sus operaciones.