Por: Karina Monsalve
En febrero celebramos el Día Mundial contra el Cáncer. Una manera de concientizar y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y en el control de la enfermedad. El cáncer es una enfermedad que afecta y se ve afectada por las esferas físicas, psicológicas y sociales, siendo abordada cada vez de manera más sistemática desde una aproximación multi e interdisciplinaria.
La prevención del cáncer cobra cada día mayor importancia. El control de hábitos de riesgo y la adopción de estilos de vida saludables son hasta ahora las principales acciones de prevención que tenemos todas las personas antes de llegar a un posible diagnóstico.
En esta perspectiva, la psicología de la salud tiene su contribución a través de la psicooncología, la cual tiene como objetivo valorar las repercusiones sobre el estado psicológico del paciente, su familia y equipo terapéutico. El cáncer es una patología grave y compleja, con una evolución y pronóstico dependientes de la etapa de presentación, pero con fundamentos biológicos comunes: crecimiento celular incontrolado, pérdida de la diferenciación celular y su capacidad para invadir los tejidos adyacentes y originar metástasis, de allí el impacto psicológico y social en las personas que lo padecen, su entorno familiar, social y en los profesionales que les atienden.
En esta perspectiva, la psicología de la salud tiene su contribución a través de la psicooncología, la cual tiene como objetivo valorar las repercusiones sobre el estado psicológico del paciente, su familia y equipo terapéutico
Karina Monsalve
Dentro de las implicaciones psicológicas que se observan en este padecimiento están: la integridad corporal, la incapacidad al dolor, la necesidad de enfrentarse con sentimientos de cólera, de modificar los roles que se venían ejerciendo, la ansiedad que se genera desde el primer día, la depresión, perder la intimidad física y los trastornos adaptativos. Por ello, el paciente se ve en la necesidad de responder a estas amenazas y adaptarse bruscamente a una nueva realidad, que se va modificando en función de los tratamientos, y evoluciona hacia la curación completa; remisión temporal o a la muerte.
Al enfrentar esta patología, las diferentes áreas como la conductual, cognitiva y afectiva se alteran al punto que generan un cambio comportamental de la persona, que generalmente no contribuye al buen manejo de la enfermedad. Es por eso que toma importancia el afrontamiento del diagnóstico, teniendo en cuenta que la enfermedad oncológica está asociada al sufrimiento y la vulnerabilidad.
El estrés psicológico puede afectar al inicio o curso del cáncer, generando cambios biológicos propios de la respuesta de estrés y con cambios en las conductas de salud o estilos de vida que pueden predisponer a la enfermedad. Ante los efectos del estrés las personas pueden llevar a cabo conductas altamente perjudiciales para la salud como el tabaco, el alcohol, los patrones de alimentación inadecuados, el rechazo de tratamientos médicos, etc.
En algunos casos las personas suelen suprimir o negar las manifestaciones afectivas que trae consigo el diagnóstico, encontrando dificultad para expresar las emociones. Suele haber en un primer momento un predominio de lo racional sobre lo emocional. Sin embargo, posteriormente florecen los sentimientos de indefensión y pesimismo que pueden terminar en depresión.
No es extraño que, en muchas ocasiones, los enfermos de cáncer se sientan culpables por la enfermedad. Si asocian que su estilo de personalidad o su respuesta ante situaciones estresantes han favorecido la enfermedad les puede generar una angustia que influya negativamente en su adaptación. Igualmente se pueden sentir excesivamente responsabilizados en la evolución de la enfermedad. Hay que permitir al paciente responder con sus propias estrategias de adaptación, coherentes a su estilo de personalidad y sin reprimir las emociones que pueda sentir.
El acompañamiento psicológico, el aporte de la psicología, como disciplina científica, la psicoterapia junto con otros abordajes terapéuticos bien seleccionados han demostrado utilidad para pacientes oncológicos y la psicooncología claramente ha llenado una necesidad en el abordaje de este tipo de pacientes y sus respuestas emocionales, cognitivas y conductuales.
KARINA MONSALVE | @karinakarinammq
Psicóloga clínica del Centro Médico Docente La Trinidad.