Caracas.- Desde el mes de marzo, cuando se registró el primer caso de COVID-19 en Venezuela y las autoridades nacionales decretaron el estado de alarma, los venezolanos se vieron en la obligación de reinventarse ante la implementación de medidas para contener el virus.
Los docentes no fueron la excepción; desconectarse de las aulas de clases para iniciar un proceso de enseñanza y aprendizaje de manera virtual fue la opción presentada desde el Ministerio de Educación. Sin embargo, las fallas eléctricas y de conectividad han generado complicaciones para el cumplimiento de los objetivos, por lo que algunos profesores tuvieron que buscar otras alternativas para atender las necesidades de sus estudiantes.
Alberto Villegas, docente del municipio San Diego, estado Carabobo, no se detuvo ante la pandemia, las fallas eléctricas o la falta de conectividad; pidió una bicicleta prestada, y con todas las medidas de seguridad para prevenir la propagación del Covid, acordó con los representantes la entrega de las tareas cada 15 días, en siete puntos del municipio, para garantizar el proceso educativo.
Aquí te contamos su historia.
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