Red Bull Racing necesitaba un nuevo desafío y lo superó. El equipo, con la ayuda de la agencia espacial rusa Roscosmos, llevó el auto RB1 2005 a un Centro de Entrenamiento y comenzó a probar que su único límite es el cielo. Esto después de realizar una parada en boxes en Zero-G.
«Nada puede prepararte, así que nuestros instructores de Roscosmos nos dijeron que simplemente nos sentáramos y nos acostumbráramos a la experiencia. Subir a 2G, con el doble de su peso corporal normal, se siente como si estuviera plantado en al suelo y luchas por moverte. Entonces esa sensación se invierte cuando pasas por encima y caes en caída libre”, explicó el mecánico Paul Knight.
En las imágenes que ha difundido el equipo en su página se puede apreciar lo complicado de la maniobra, que realizaron en 20 segundos. Esto debido a que no solo tenían que conseguir hacer el cambio de neumáticos con éxito, sino también tenían que asegurar el vehículo y la maquinaria pesada. Les llevó algunos intentos para que la maniobra saliera a la perfección, ya que no es fácil acostumbrarse a la gravedad cero.
La ingravidez puede provocar algunos efectos secundarios bastante indeseables. Un portavoz de Roscosmos explicó que el sistema vestibular funciona en ciertas condiciones debido a la gravedad: «En la ingravidez, este sistema de percepción sensorial necesita tiempo para adaptarse. En este caso, simplemente no hay suficiente tiempo”.