Caracas.- Investigadores de la Universidad Simón Bolívar (USB) y médicos del Hospital de Clínicas Caracas diseñaron un dispositivo denominado Cube de vie o Cubo de vida (CubeDV), para proteger al personal de salud que atiende a personas enfermas con el COVID-19.
El CubeDV es un módulo construido con acrílico que cubre al paciente desde la cabeza hasta la parte superior del tórax para ser usado durante los procedimientos que pueden generar partículas de saliva en aerosol. Con la utilización del cubo quienes atienden al enfermo reducen su exposición al virus, se lee una nota de prensa divulgada por la USB.
Valiéndose de la experiencia de anestesiólogos médicos, el equipo multidisciplinario rediseñó la caja de aerosol hecha por Robert Canelli y su equipo de investigación del Boston Medical Center, siguiendo dos criterios: seguridad y efectividad.
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Las mejoras en el nuevo diseño incluyen un panel frontal inclinado que limita las partículas al plano distal del paciente y que permite una visualización completa del procedimiento a realizar. Es, además, más largo, ya que mide aproximadamente 60 cm desde la cabeza del paciente hasta la parte superior del tórax, e incorpora una brida distal que reduce la posibilidad de expansión de partículas fuera de la caja.
Otra de las innovaciones es la inclusión de dos agujeros laterales para que pueda trabajar también bajo protección el personal auxiliar que interviene en los procedimientos, además de permitir el uso del CubeDV en diferentes procedimientos médicos.
En las pruebas realizadas en el Hospital de Clínicas Caracas se demostró que el panel frontal inclinado mejora significativamente la visibilidad del paciente.
El equipo de investigadores estuvo conformado por los profesores de la USB Erika Pedraza, del Departamento de Estudios Ambientales; Fernando Morales, del Departamento de Procesos y Sistemas; Rodrigo Mijares, de la Unidad de Gestión en Tecnologías en Salud (Funindes USB); Renzo Boccardo, del Departamento de Mecánica; por el anestesiólogo cardiovascular Roberto Moreno, del Hospital de Clínicas Caracas; y la profesora de anestesiología y manejo del dolor María Antonieta García, de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda.
El trabajo producto de la investigación fue publicado en el Journal Global Clinical Engineering.
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