Es un empresario con una fortuna de al menos $4.000 millones, quien se convirtió en el principal promotor de Venezuela Aid Live, el concierto que se realizó en Cúcuta el 22 de febrero, un día antes de que se intentara ingresar la ayuda humanitaria al país. Se autodefine hippie y aunque no conoce el territorio venezolano, asegura que sabe del sufrimiento de la gente. Pide a sus coterráneos europeos de izquierda visitar este territorio sin la escolta de relacionistas públicos de Maduro