La falta de agua potable, baños, alimentos en buenas condiciones, aseo en las celdas de la cárcel Fénix, donde muchos reclusos deben dormir en el piso, atentan contra la salud de Erasmo Bolívar, Héctor Rovaín y Luis Molina, quienes tras 18 años y seis meses de prisión han visto desmejorar su salud progresivamente