Desde el lunes 8 de julio los 160 presos de Poli Páez que sobrevivieron al sangriento motín del pasado 24 de mayo, mantienen un conflicto para exigir condiciones de salubridad y traslados a cárceles cercanas
Los familiares de los reclusos denuncian que los detenidos comen y duermen entre cloacas y gusanos en las celdas del centro de reclusión preventivo, donde se vivió uno de los motines más sangrientos del país en mayo