Las noticias de muertes violentas a diario en todo el país -más de 80 ya desde que se produjo el golpe de Estado, según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (Aapp) en Birmania- no desanima a los manifestantes, que volvieron a llenar este domingo las calles de ciudades de todo el país en una jornada de huelga general