La madrugada del 20 de abril, organismos de seguridad e inteligencia del Estado venezolano detuvieron a un grupo de capitanes de la Guardia Nacional (GN), que presuntamente intentó ejecutar una sublevación para el control de las armas en comandos militares de la zona central del país. Una semana después, familiares desconocen el estado de salud y las condiciones de la detención de estos militares, recluidos en la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Boleita y en comandos de Fuerte Tiuna.