Durante el último lustro Venezuela ha sufrido un vertiginoso cambio de país receptor a expulsor de población. La emigración, en su mayoría de jóvenes, ha cambiado también la dinámica demográfica: ese grupo de personas en edad productiva que conforma el bono demográfico se fue y dejó a un creciente número de personas económicamente dependientes, apuntan especialistas en el Día Internacional del Migrante