Con esta herramienta digital, el Banco Interamericano de Desarrollo pretende que los gobiernos latinoamericanos puedan crear un registro común sobre cada usuario y generar mapas de situaciones de riesgo
Un abogado explicó en una entrevista con el diario ABC, que cualquier persona que haya colocado su rostro en línea junto con su nombre y otros datos de identificación, -como su perfil de redes sociales-, queda vulnerable a ser capturado digitalmente para futuros usos de reconocimiento facial