Alba Sánchez pasó la noche más larga de su vida a merced de la fuerza de un mar que volteó la embarcación donde iba con un grupo de 31 de migrantes que salieron de Delta Amacuro a Trinidad y Tobago, para mejorar las condiciones de vida que perciben nulas en Venezuela. Es la única mujer de siete personas que sobrevivieron al naufragio