La Guaira.- El Tribunal Militar Cuarto de Control, ubicado en Macuto, en el estado Vargas, decidió enjuiciar a Reinaldo Reyes Castillo, un agricultor de la población de Osma, al este de la entidad costera, por su presunta complicidad con el piloto y funcionario del Cicpc Óscar Pérez, quien el pasado 27 de junio utilizó un helicóptero de este organismo para sobrevolar y disparar contra la sede del Tribunal Supremo de Justicia y del Ministerio de Interior Justicia y Paz, en el centro de Caracas.
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Aunque las autoridades habían negado cualquier detención relacionada con el caso, familiares de Reyes Castillo explicaron que el hombre había sido secuestrado desde el 29 de junio, cuando acudió en carácter de colaborador y testigo al puesto de comando de la Guardia Nacional ubicado en la entrada de la Ciudad Vacacional Los Caracas. Luego de tres días de búsqueda fueron informados de que se encontraba en la sede del Sebin en Maiquetía, ahora como detenido y acusado.
“No sabíamos de él. El bajó de Osma hasta Los Caracas porque le dijeron que colaborara con la investigación. El fue para aclarar todo, no fuera a perder el conuco y lo sembrado allí. Pero la sorpresa de todos es que después lo detienen y dicen que él es cómplice. Además dicen que es un delito militar por lo del terrorismo. Este sábado 1 de julio, cuando lo presentan en el Tribunal Militar de Macuto, nos enteramos de que será juzgado por el robo del helicóptero y aseguran que encontraron armamento militar en el conuco. Ellos dicen que había una granada y unas armas. Pero mi cuñado es inocente. Así que eso o lo dejó el tipo del helicóptero o se lo sembraron los del Sebin. Ellos saben que él es inocente, porque, de hecho, él mismo fue el que los buscó para decirles que ese helicóptero estaba allí”, relata José Pérez, esposo de Zuraima Reyes, hermana del detenido.
La familia de Reyes Castillo es humilde y por vez primera enfrentan un proceso similar. “Uno no sabe mucho de estas cosas, pero esto seguramente está mal, porque ya lo presentaron y ni siquiera pudimos colocar un abogado o buscar alguna asesoría. En el Sebin no nos lo han dejado ver, y en Macuto nos permitieron hablar un momento con él. Lo trajeron esposado como si fuera un peligro. El fiscal militar nos dijo que tiene un defensor militar también, pero no sabemos cómo funciona esto. Vamos a buscar ayuda en el Foro Penal Venezolano o Provea, porque lo están metiendo en un paquete que no es de él”, asegura el cuñado de Reyes Castillo.
De acuerdo con el expediente que se cursa en el Tribunal Militar Cuarto de Control, la presentación del caso estuvo a cargo del fiscal militar con competencia nacional Mayor Jesús Alú Huerta. Luego de los 40 minutos que duró la audiencia, donde solo ingresaron, con el acusado, el defensor público, la jueza militar y el fiscal militar, se determinó como sitio de reclusión el Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde. Sin embargo, los familiares aseguraron que Reyes Castillo se mantiene en uno de los calabozos del Sebin en Maiquetía, donde les indicaron que el traslado no se efectuará de inmediato porque se requiere facilitar la presentación ante el tribunal militar.
La familia de Reyes Castillo cuenta que es un hombre de conuco, que ha hecho su vida en Osma y que su único pecado es mantener limpio el espacio, lo que permitió a Óscar Pérez aterrizar en ese claro en medio de los parcelamientos de la montaña.
Reyes Castillo trabajaba como contratista independiente de la empresa Viveros Cañaveral. Allí lo contrataban para realizar la limpieza y mantenimiento de las tuberías de agua blanca. De hecho, la empresa remitió a los familiares copia del contrato del servicio, de los pagos hechos y hasta de la retención del impuesto, para comprobar que el dinero que se encuentra en su única cuenta bancaria fue ganado laborando en Osma, en donde la comunidad lo reconoce como un baquiano en los parcelamientos de la montaña.
“Reinaldo vive en el pueblo de Osma. Siempre ha vivido allí. El conuco queda montaña arriba, a unos seis kilómetros. La noche del martes se escuchó la presencia de un helicóptero, que dio varias vueltas hasta que se apagó. Mi hermano subió a la parcela pasado el mediodía del miércoles y se asustó cuando vio ese helicóptero allí. Él conoce al capitán Useche, de la Guardia, que comanda al destacamento que cuida Osma y Los Caracas, y fue a avisarles. Por eso la Guardia llegó primero. Y después todos los demás y el Sebin”, argumenta Zuraima, hermana de Reyes Castillo.
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“Todas las interrogantes que se plantean tienen respuesta: ¿por qué no avisó antes?, porque era de noche y nadie sabía dónde aterrizó el helicóptero o si había aterrizado o si era el que buscaban. Que si el terreno estaba preparado, pero es que estaba limpio porque se había sembrado patillas, junto a las matas de plátano que se ven en las fotos. Y aunque no se aprecia, el propio helicóptero tumbó otras”, expone el cuñado, José Pérez.
Mientras Reyes Castillo se mantiene detenido, la poca siembra y el ranchón del terreno fueron destruidos por los custodios en busca de supuestas evidencias. El acceso a la parcela está completamente prohibido. El temor del agricultor de perder su conuco se cumplió. Lo que no pensó fue perder su libertad y ahora lucha por ella.
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