Barquisimeto.- Una requisa violenta se registró el domingo 15 de septiembre en la Comunidad Penitenciaria Fénix de Barquisimeto y los reclusos del área media fueron castigados. Tienen suspendidas las visitas y la entrega de medicamentos y alimentos que realizan los familiares cada martes.
Durante el procedimiento golpearon con fusiles a los reclusos de los módulos de seguridad mínima y media. Es incierto el total de heridos, pero 72 horas después de la requisa no han trasladado a ninguno de los afectados hasta la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda.
Nayibe López, vocera de Las Mercedes —organización que agrupa a madres de reclusos—, denunció que la requisa no fue hecha por los custodios, como lo establecen las normas sino por funcionarios de la Guardia Nacional (GN).
“Los guardias tienen que entrar cuando hay una alerta roja y de emergencia dentro del penal y este no era el caso”, subrayó.
Sobre la incautación de un arma de madera y artículos prohibidos en la requisa, dijo que no pueden acusar a los visitantes.
“Están diciendo que encontraron unas pastillas y otros dentro del penal. Que tomen medidas, pero los familiares para ingresar a la cárcel son sometidos a tres revisiones, tanto a las comidas como a ellos”, detalló.
La activista por los derechos humanos instó al director de la Comunidad Penitenciaria Fénix, Ender Ávila, a conversar con los reclusos y los familiares del área media.
Igualmente señaló que es necesario reanudar las visitas y ameritan insumos y medicamentos.
“No queremos que se forme una masacre nuevamente dentro de Fénix, lo que necesitan a los muchachos es libertad, comida y que les presten atención médica”, sostuvo.
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“La semana pasada les daban solo una cucharada de azúcar y el agua que tomaban era de lluvia”, dijo a El Pitazo la hermana de un preso. Responsabilizó al director de Fénix y al Ministerio de Servicios Penitenciarios de lo que pueda ocurrir con los reclusos. “Están buscando que los presos inicien un motín para matarlos”, alertó.
La misma fuente reveló que este martes hubo una inspección en Fénix y cesaron las golpizas. “Los muchachos han aguantado los maltratos para prevenir una tragedia”, reiteró.
Hay decenas que ameritan suturas en la frente y tienen marcas en sus espaldas y brazos. Incluso se han desmayado después de ser pateados; incluyendo a un hombre de 65 años.
Las madres de los reclusos de Fénix asistirán el jueves 18 de septiembre a la Defensoría del Pueblo del estado Lara para denunciar los maltratos dentro del penal.
En el módulo de mujeres también hay reclusas con signos de maltratos y aisladas. La semana pasada solo les sirvieron agua con sal en las comidas, reportó una fuente que reservó su identidad.
Además, pasaron 21 días sin agua en esa y el resto de las áreas. Este martes en medio de las tensiones en la cárcel enviaron camiones cisterna para recargar los tanques después de tres semanas sin suministro.
Los presos dependían de las botellas enviadas por familiares para su consumo, higiene personal y lavado de ropa. Para asegurar pocos litros recogían agua de lluvia, pese a las amenazas de los custodios.
Los reclusos castigados solo tendrán acceso a dos litros de agua diarios para cubrir todas sus necesidades, mientras que al resto le darán un tobo que también resulta insuficiente, alertó López.
En la Comunidad Penitenciaria Fénix el menú diario se reduce a agua de pasta
Han perdido hasta 30 kilos de peso tras las rejas. “Se hizo un diagnóstico dentro del penal y tres de cada cinco tienen desnutrición”, advirtió López.
La obstrucción intestinal —asociada con la mala alimentación y la dieta pobre en fibra— se ha convertido en una de las principales causas de muerte de reclusos de Fénix este año.
Familiares indicaron que el Ministerio de Servicios Penitenciarios no garantiza las comidas en la cárcel y los ha sometido al hambre y la desatención. En los últimos dos meses ha empeorado la escasez de comida en el lugar, explicaron familiares.
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