Caracas.- Representantes del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunciaron, a través de un boletín de prensa emitido este jueves 23 de diciembre, que detenidos en los calabozos de la División Nacional contra Extorsión y Secuestro del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), ubicados en El Hatillo, son presuntamente sometidos a abusos sexuales y torturas, por lo que iniciaron una huelga de hambre, el lunes 20 de diciembre.

Según reseñó el comunicado, durante este mes, familiares reclamaron la situación ante las puertas del Ministerio de Servicios Penitenciarios, sin recibir respuestas. Esto llevó a los presos a iniciar la protesta “en un intento desesperado por ser escuchados y auxiliados ante tanta desidia”, señaló el OVP.

A pesar de que estos calabozos no dependen del Ministerio para el Servicio Penitenciario, los familiares decidieron protestar frente a la sede de este organismo, como medida para agotar todos los recursos hasta obtener una respuesta.

También formularon su denuncia ante el director general del Cicpc, Douglas Rico, pero hasta este jueves no ha sido tomada ninguna acción, como la remoción o reemplazo de funcionarios responsables de los presuntos abusos y torturas.

Familiares denunciaron irregularidades

Durante 2021, el OVP recabó denuncias de estos calabozos que fueron hechas públicas en cuatro oportunidades. En los otros casos, se les hizo acompañamiento a los familiares que pidieron que no fueran publicadas por miedo a represalias, reseñaron en su boletín de prensa.

Parientes que se atrevieron a denunciar, alegaron que fueron amedrentados por funcionarios de dicho cuerpo policial.

El lunes 20 de diciembre, el día que los detenidos iniciaron la huelga de hambre, los familiares fueron convocados para reunirse en la Asamblea Nacional, junto a diputados miembros de la Comisión de Familia, donde fueron recibidas sus denuncias, y se les solicitó “mantener la calma por el mes de diciembre”, ya que la comisión asignada para Asuntos Penitenciarios no estará laborando en estas fechas.

Mientras se espera por respuesta o acuerdo, los presos están, presuntamente, bajo amenazas y son guindados por los brazos a manera de tortura.