Caracas.- Un niño de ocho años de edad participó en un asalto ocurrido en la avenida Abraham Lincoln de Chacaíto, este lunes 9 de agosto. Fuentes policiales explicaron que actuó bajo la influencia de un sujeto apodado “el Maquinita”, quien se encargó de asfixiar a un hombre cuando se disponía a entrar a su edificio, mientras el infante sacaba las pertenencias que éste llevaba en el bolsillo.
Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) lograron la retención de ambos asaltantes, el mismo lunes. También difundieron una imagen, que se viralizó, en la que se muestra el rostro del niño con una expresión de temor.
El Pitazo evidenció que la imagen causó un debate en redes sociales entre usuarios que catalogaron al infante como “irrecuperable” y otros que aseguraron que, con educación y atención, podría seguir adelante.
Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, organización de derechos humanos que previene la violencia y promueve el buen trato a la niñez y adolescencia, incluyó este suceso como parte del “círculo de la violencia que parece no tener fin” que se mantiene en Venezuela.
“Parto desde el principio que un niño y un adolescente que comete un delito es una prueba fehaciente que falló la protección de la familia, del Estado, de la sociedad”, declaró Trapani.
Niños que se ven inmersos en hechos como el de Chacaíto son, en su mayoría, víctimas de la violencia, maltrato, explotación, exclusión y ausencia de escolaridad, según lo indicó el defensor. “El entorno lo lleva a la violencia. Esta es una evidencia de que el Estado fracasa en sus políticas públicas de atención a la infancia y que la familia se encuentra profundamente debilitada”, precisó.
El niño de ocho años, que vestía una chemise a rayas blancas y azules, jean azul y zapatos deportivos blancos y recién usados, al momento de cometer el hecho, proviene de los Valles del Tuy, según la información colectada por funcionarios. El infante comentó a los uniformados que fue entrenado por “el Maquinita” para robar. Este sujeto fue presentado al Ministerio Público por robo, lesiones graves y uso de niños, niñas o adolescentes para delinquir.
Historia que se repite
El 22 de febrero de este año, El Pitazo publicó una denuncia hecha por vecinos del municipio Baruta que evidenciaron, mientras pernoctaban en una cola para surtir gasolina, cómo un grupo de niños ingresó en la madrugada al restaurante La Casa del Llano en Las Mercedes y ocasionó un incendio tras extraer varios bienes del establecimiento.
Autoridades policiales describieron, en ese entonces, que se trataba de un grupo de niños con edades comprendidas entre los 8 y 12 años de edad, provenientes también de los Valles del Tuy.
Con respecto a ese caso, Manuel Tangir, director de Seguridad Ciudadana del municipio, declaró a El Pitazo: “Se han realizado múltiples operativos en los que se rescataron a estos infantes de las calles para retornarlos a sus hogares, pero siempre regresan”.
Casos se multiplican en Chacao
La comisionada Gladis Herrada, coordinadora de Niños, Niñas y Adolescentes de Polichacao, explicó que adolescentes que deambulan en el municipio “no conocen otro tipo de vida que ese que llevan en la calle, donde las cosas las tienen que conseguir a pelea, a competencia, donde el premio es la vida, la comida”.
Precisó que la oficina que lleva a su cargo se encarga de hacer seguimiento a la situación de estos jóvenes, en conjunto con organizaciones del Estado y ONG. No obstante, aseguró que se les dificulta conseguir cupos en casas de abrigo, en vista de que estas permanecen repletas. Dijo también que, en algunos casos, han sido retornados a sus hogares.
Confirmó que la mayoría de los niños y jóvenes en situación de calle que están en el municipio provienen del Tuy y Guarenas-Guatire.
“La violencia se alimenta de la impunidad. No hacemos nada retirando a un niño de la calle y enviándolo a su casa si allí persisten situaciones de vulneración de sus derechos, si hay violencia, adicciones, falta de servicios públicos, si hay pobreza, porque la consecuencia inevitable es que el niño va a volver a la calle, entendiendo la calle como un espacio de supervivencia”, refirió el coordinador de Cecodap, Carlos Trapani, sobre el ciclo explicado para definir estos casos.