Caracas.- Desde hace tres años, un tribunal militar solicita la captura del capitán Juan Carlos Caguaripano Scott, quien la mañana de este domingo 6 de agosto dirigió la llamada Operación David en el Fuerte Paramacay, de la Brigada 41 Blindada del Ejército en Valencia, donde ingresó dirigiendo un grupo de civiles y militares. Del parque de armas se llevó fusiles, municiones, granadas y lanzagranadas AT4.
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El 28 de abril de 2014, el capitán Caguaripano Scott, hasta ese momento asignado al Destacamento #9 de Amazonas, donde cumplía funciones en el Grupo Antiextorsión y Secuestro, divulgó un video, en el cual criticó al gobierno de Nicolás Maduro. Además, pidió a sus compañeros de armas reaccionar contra los gobernantes y detener la represión contra los manifestantes de entonces a favor de la salida.
El 2 de mayo, el Tribunal Militar 3° de Control de Caracas ordenó aprehender al capitán, egresado de la Escuela de Formación de Fuerza Armada de Cooperación en 1998, por su presunta participación en un plan para derrocar al presidente Nicolás Maduro, hecho en el cual participarían tres generales de la aviación y capitán de la GN.
El otro capitán de la GN al que vincularon al hecho fue Juan Carlos Nieto Quintero, a quien funcionarios de inteligencia militar secuestraron el 2 de abril, según denunció su familia. El oficial, aunque fue dejado en libertad a los pocos días, presentó signos de tortura. Las pruebas contra Nieto Quintero serían un cruce de llamada con Caguaripano Scott.
Mientras la orden de detención seguía vigente, el capitán de la Guardia Nacional huyó a Panamá. Desde entonces no se tuvo más información de sus actividades hasta este domingo 6 de agosto.
De acuerdo con la información preliminar, Caguaripano Scott y los hombres que lo acompañaban lograron ingresar al parque de armas del Fuerte Paramacay y se llevaron fusiles, municiones, granadas y lanzagranadas AT4.
Sobre el análisis de los hechos existen dos versiones opuestas. Para la presidenta de la Organización No Gubernamental Control Ciudadano, Rocío San Miguel, la acción del capitán Caguaripano Scott sería un falso positivo. Pero el general Antonio Rivero aseguró desde el exilio que la Operación David es un hecho real.
San Miguel ve con suspicacia que un oficial de la Guardia Nacional, que había desertado, regrese e ingrese a una instalación militar y que se ponga al frente de efectivos del Ejército. Debido a divisiones y rencillas dentro de la Fuerza Armada, parece casi imposible que oficiales o suboficiales del Ejército se dejen comandar por un miembro de la Guardia Nacional.
La presidenta de Control Ciudadano no descarta que exista inestabilidad en la Fuerza Armada, por eso le preocupa que esta acción forme parte de un proceso para hacer una limpieza interna.
Sin embargo, tanto Rivero como el almirante Iván Carratú Molina, exjefe de la Casa Militar del expresidente Carlos Andrés Pérez, ambos en el exilio, se expresaron, a través de audios divulgados por redes sociales, sobre la legitimidad de la Operación David.
“Conozco al capitán Caguaripano, he estado en contacto con él, hemos articulado desde la clandestinidad. Asumo la responsabilidad de lo que digo y llamo a civiles y militares a respaldar de manera contundente, a desencadenar la salida de este régimen dictatorial que acaba con el pueblo venezolano… Hemos esperado el pronunciamiento de oficiales institucionales. Este pronunciamiento no puede ser condenado nacional e internacionalmente”, resalta el general.
Carratú Molina también pidió respaldar a los militares que este domingo tomaron el Fuerte Paramacay.
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