“El Koki” falleció este mes en un operativo que se realizó en el estado Aragua | Foto: Archivo
Caracas.- A juicio del experto en seguridad ciudadana Luis Izquiel, con la muerte de Carlos Luis Revete, alias «el Koki», se eliminó un «emblema de criminalidad en el país». Sin embargo, advirtió que mientras sus aliados Carlos «Vampi» Calderón y Garbis Ochoa, alias «el Garbis», estén en libertad, existe el peligro de que intenten reagrupar la megabanda de la Cota 905.
El especialista hizo énfasis en que el fenómeno de las megabandas no culmina con el deceso del «Koki» y realizó una comparación con el procedimiento que se realizó en 2016 para hallar a alias «el Picure», quien tuvo el mismo fin que Revete.
«En ese momento era el delincuente con mayor renombre en el país. Resultó muerto por las autoridades, pero no fue el fin de este tipo de agrupaciones delictivas. Estas expresiones del crimen organizado se encuentran en otras partes de Caracas y del territorio nacional», afirmó
En su análisis, Izquiel detalló que dentro de la banda que hasta mediados de 2021 operaba en la Cota 905, se podría dar una sucesión entre criminales. «Hay otras expresiones del crimen organizado operando en Venezuela: la guerrilla colombiana, colectivos, sindicatos mineros, Fuerzas Bolivarianas de Liberación, carteles de la droga, entre otros», explicó Izquiel.
El especialista destacó la participación de funcionarios policiales y militares durante el operativo realizado en el estado Aragua para dar con «el Koki», «el Conejo» y los demás integrantes de esta banda que se esparcía.
Los cuerpos de seguridad tienen la capacidad para combatir a estas bandas criminales, porque los superan enormemente en número de efectivos (en Venezuela puede haber hoy unos 150.000 policías). Muchos más que cualquier megabanda criminal, además tienen una superioridad tecnológica”, resaltó.
Un escenario ideal para la disminución de la figura de este tipo de organizaciones criminales en el país es, en opinión de Izquiel, que los cuerpos de seguridad tuvieran luz verde para actuar contra todas las organizaciones, sin que medie una orden policial.
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