El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró este miércoles que «no hay negociaciones para un programa de apoyo financiero para Venezuela», en respuesta a los señalamientos del Gobierno de Nicolás Maduro de que la institución está diseñando un plan de ajuste económico.
«El Fondo Monetario Internacional no está negociando un programa de apoyo financiero para Venezuela con nadie», subrayó a la agencia española Efe un vocero del organismo, que pidió el anonimato, al recordar que sus programas de ayuda solo se ofrecen si lo solicita el Gobierno de un país.
El Gobierno venezolano difundió una supuesta conversación telefónica donde el exministro venezolano Ricardo Hausmann asegura al empresario Lorenzo Mendoza que la única manera de que la comunidad internacional coordine ayuda económica para los países es a través del FMI y que, en el caso de Venezuela, se estaba hablando de un plan de entre 40.000 y 50.000 millones de dólares.
«He estado en conversaciones con el FMI, el vicepresidente para el hemisferio occidental es amigo mío desde hace muchos años, tengo muy buena relación, él anda muy preocupado por el tema de Venezuela porque cree que en algún momento les va a tocar meterse porque la situación va muy mal», afirma la voz atribuida a Hausmann.
Hausmann, actual director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard (EEUU), dijo a Mendoza, que «no es posible pensar en una salida para Venezuela sin ayuda internacional sustancial», en referencia a la difícil situación económica del país caribeño, para el que el Fondo prevé una contracción del 10 % este año y una inflación por encima del 160 %.
Este martes, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, pidió a los legisladores oficialistas que presenten ante la Fiscalía una denuncia contra Lorenzo Mendoza, presidente de la empresa de alimentación Polar, por la supuesta negociación para obtener recursos de la institución multilateral dirigida por Christine Lagarde.
Venezuela, con el presidente Hugo Chávez al frente del Gobierno, ordenó en 2007 la retirada del país del FMI y del Banco Mundial, por lo que, desde entonces, no hay relaciones formales con el Ejecutivo venezolano.