Por Jefferson Civira | El Pitazo – Monagas
Maturín.- Dos militares activos, fueron detenidos por agentes de investigación de secuestro y extorsión, por estar presuntamente involucrados en un doble homicidio ocurrido el 31 de julio en la población de El Rincón de Monagas, al sur del municipio Maturín. Los cuerpos de las víctimas fueron hallados 26 días después del hecho.
La aprehensión de los guardinas nacionales, se practicó luego que la fiscal 23 del caso, ordenara indagar sobre el hecho por medio de los canales de investigación como el rastreo de las líneas telefónicas.
Un civil de ocupación agricultor y una mujer también se encuentran detenidos por su presunta vinculación en el crimen. Uno de los militares detenidos confesó el asesinato de los jóvenes, Luis Miguel Muacarán Brito de 24 años y Carlos Eduardo Durán Padrón de 34 años, que de acuerdo al testimonio del efectivo, ambos hombres fueron llevados a una finca abandonada al sur de la capital monaguense, donde fueron torturados y posteriormente ejecutados.
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Tras confesar el doble homicidio, una comisión del eje de Investigación de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas en compañía de especialista del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses y un fiscal de Ministerio Público, se trasladaron hasta el lugar de los hechos.
Al llegar al lugar cerca de un río caudaloso, fueron encontrados los restos de ambos hombres enterrados a una profundidad de poco más de siete metros aproximadamente. En vista del avanzado estado de descomposición de los cadáveres, fueron trasladados hasta la sala de análisis forense del Cementerio Municipal de Maturín, que luego de practicar el examen de necropsia, el análisis arrojó como causa de muerte; traumatismo craneoencefálico severo por herida de bala de proyectil único.
Durán Padrón fue identificado por sus familiares por los tatuajes que tenía en ambos hombros, mientras que Muacarán Brito fue reconocido por la vestimenta que llevaba y una cicatriz en una de las piernas. Por los signos de tortura, se pudo concluir que las víctimas recibieron fuertes golpes con objetos contundentes.
El agricultor detenido habría recibido un pago no especificado de uno de los militares para que cavara la fosa donde fueron arrojados los cuerpos y así desaparecerlos. Hasta la fecha se desconoce el móvil del delito que sigue siendo investigado por los organismos pertinentes.
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