Caracas.- La abogada Delsa Solórzano denunció que funcionarios de la Guardia Nacional (GN) prohíben el paso a los familiares y amigos que desean estar en el sepelio de los siete asesinados en El Junquito.
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Desde el Cementerio del Este, en Caracas, aseguró que el Estado les viola la libertad de culto a los asesinados, pues hay varios que son evangélicos. Dijo que en este momento presume que el Gobierno no quería que las funerarias vieran a Óscar Pérez y sus seis compañeros, porque todos murieron por tiros en la cabeza, excepto a uno que le llegó al cuello.
Asimismo, calificó este proceso de «ilegal» y aseveró que llegará la justicia. Comentó, además, que a los familiares no les han entregado la autopsia y que «están siendo amenazados. Si les pasa algo es responsabilidad del Estado».
Solórzano aseguró que a la hija de José Pimentel, de 16 años, no la querían dejar pasar. Los familiares de Soto y de Lisbeth no saben si están aquí o en la morgue. «No hay conocimiento de sí aquí en el Cementerio del Este están los tres que residían en la capital».
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