Foto: Observatorio Venezolano de Prisiones
Caracas.- En distintas ocasiones se ha hecho de conocimiento público que una o varias personas se dieron a la fuga en alguna cárcel venezolana. Pese a la pandemia del COVID-19, en el 2020 estas noticias no cesan.
La malas condiciones en las que se encuentran las cárceles venezolanas fue uno de los puntos que trató la Alta Comisionada por los Derechos Humanos ante la ONU, Michelle Bachelette, mencionó en la actualización de su informe sobre Venezuela.
Dichas denuncias han sido reiteradas por distintas ONG, como Una Ventana a la Libertad y Observatorio Venezolano de Prisiones, quienes han expuesto en distintas ocasiones la situación precaria en los centros de reclusión.
En El Pitazo te mostramos las cinco fugas más extrañas ocurridas en cárceles venezolanas:
En el Instituto Nacional de Orientación Femenina (Inof), ubicado en Los Teques, se fugó durante la noche del viernes 13 de noviembre, una reclusa, quien en su lugar dejó un muñeco con el fin de engañar a las autoridades.
No fue sino hasta la mañana del 14 de noviembre de 2020 que los custodios notaron que la presidaria se había ido. Esto ocurrió durante el conteo matutino y al ir a buscarla en su celda, hallaron bajo su sábana un muñeco de tela que asemejaba su contextura física. La directiva desconoce por dónde se fugó la interna.
La mujer, identificada como Flor Montilla, cumplía pena por delitos de trata de personas y asociación para delinquir.
10 presos se escaparon durante la madrugada del 3 de junio de 2020 de los calabozos de la Policía Municipal de Ocumare del Tuy, en Miranda. Uno de ellos era cerrajero y aplicó sus conocimientos para abrir el candado del calabozo en donde estaba detenido junto a sus otros nueve compañeros.
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Las autoridades confirmaron a El Pitazo en ese momento que al hacer la inspección en la celda, solo hallaron el candado que fue violentado para que los detenidos huyeran. Según las investigaciones, la preparación de la fuga duró al menos una semana.
Ivonne Ferdina, de 57 años de edad, natural de Trinidad y Tobago, se fugó del Centro de Detención Preventiva Retén de Caraballeda, al este de Vargas, luego de despegar los barrotes de su celda, el 12 de agosto de 2020.
La mujer, que se escapó por la ventana de su celda usando un mecate, llamó horas después al centro de reclusión, para volver a entregarse a las autoridades.
Entre el 21 y el 24 de abril de 2020, ocho presos se fugaron de dos Centros de Detención Preventiva (CDP), de la Policía del estado Miranda, ubicados en Santa Teresa y Charallave.
La primera fuga se llevó a cabo en la madrugada del 21 de abril, en el Centro de Coordinación Policial Número 3, de Santa Teresa. Tres presos rompieron los barrotes de una de las celdas, sometieron a un efectivo de guardia, le quitaron el arma de reglamento y escaparon.
El 24 de abril, cinco reclusos se escaparon de la sede de la Policía del Estado Miranda, ubicada en Charallave. Durante el despliegue policial, murió uno de los evadidos.
Cuatro detenidos en los calabozos de la Policía Municipal de Páez, en Río Chico, estado Miranda, reportaron una fuga el 23 de noviembre de 2019.
Los efectivos policiales presumen que la evasión ocurrió en la madrugada, sin embargo, no fue sino hasta las 8:00 am, durante el cambio de guardia, que notaron la ausencia de los presos.
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