San Cristóbal. La venta de billetes de nueva y vieja denominación mantiene a los tachirenses sin acceso a efectivo. Las entidades bancarias permiten un retiro máximo de 10 mil bolívares, mientras que las autoridades nacionales y regionales prohibieron el “pase de efectivo” para evitar que a través del puente internacional Simón Bolívar se siga fugando la moneda venezolana.
Ante el poco valor del bolívar frente al peso colombiano, el habitante de frontera está buscando la manera de obtener recursos, y en Cúcuta compran los billetes de nueva denominación hasta por tres puntos más que los viejos, con lo que se ocasiona su fuga masiva. Las ganancias pueden ir desde los 100 mil hasta los 500 mil bolívares, dependiendo de la cantidad de billetes que la persona logre cruzar y de las denominaciones.
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Ese negocio ha generado que en los municipios del Táchira no se consiga efectivo y mucho menos si se trata de la moneda de nueva denominación: Bs. 500, 1.000, 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000, debido a lo cual que el ciudadano debe comprar el dinero y pagar por él entre un 10 % y 15 %, dependiendo del que consiga. La cuota mínima es de 10 mil bolívares para pasar la tarjeta de débito por un punto determinado y que le entreguen moneda. La actividad la realizan de manera clandestina, pues está siendo sancionada por los organismos.
Juan Sánchez viaja tres veces por semana a Cúcuta. Explica que la ganancia depende del valor del bolívar, que en este momento se encuentra a 0,020 por peso. “Son dos o tres puntos más por los billetes nuevos, y a uno le hacen la transferencia inmediata de los bolívares en las casas de cambio. Se logra bastante ganancia y uno tiene cómo comprar mercado y traer a Venezuela”.
Orlando Méndez es taxista y trabaja en San Cristóbal. Asegura haber recibido varias propuestas para que venda efectivo ante el desespero del ciudadano de no conseguir en los cajeros automáticos ni en ningún punto de venta. “A veces he hecho el favor de vender, sobre todo porque cuando la gente compra alimentos o medicinas revendidas tiene que ser con efectivo. Hay compañeros taxistas que han dejado de venir a la línea de taxi porque vender efectivo les da más y ruletean menos los carros. En este momento es muy difícil mantener los vehículos rodando”.
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Eduardo Ramírez vive en Rubio, municipio Junín de la frontera tachirense. No tiene carro y a diario tiene que ir a hacerse terapias en una clínica, por lo que debe pagar taxi, pero no consigue efectivo. “Es un sufrimiento para conseguir efectivo por la vía legal, y a veces repagando a quienes lo venden se le queda a uno lo que tiene para la semana. Es muy difícil la situación que nos están haciendo vivir, y esto además ha generado que los taxistas no quieran trabajar”.
Ante esta situación el jefe de Seguridad Ciudadana de la Gobernación del Táchira, Ramón Cabeza, ratificó que están investigando todos los negocios que hacen vida en la entidad para conocer quién está vendiendo el efectivo y así acabar con las mafias dedicadas a tal fin, pues se trataría de un delito que afecta la economía venezolana.
En redes sociales
Pero la venta va más allá de los negocios, pues a través de las redes sociales también se consigue efectivo. Alicia Duarte, habitante de San Cristóbal, necesitaba cancelar 350 mil bolívares en efectivo al técnico que le arregló una lavadora. El hombre no aceptaba transferencias, por lo que comenzó a buscar dinero a través de sus amigos.
Duarte contó cómo pudo resolver la situación: “Una amiga me dijo que en un grupo de whatsapp vendían dinero, entonces le pedí que me incluyera. Hice el contacto y santo remedio: pude hacer el pago sin sufrir más. Tuve que pagar un 15 % de los 350 mil bolívares, pero me solucionaron”.
