Mérida.– La enfermedad infecciosa que había sido erradicada en el año 1992 con la implementación del esquema de vacunación obligatorio, y que debido a las fallas de vacunas existentes en el país para completar dicho esquema reapareció el año pasado, la difteria, cobró una nueva víctima en el estado Mérida. Una menor de 5 años de edad, que ingresó al hospital merideño el pasado miércoles 8 de noviembre, pero que a pesar de los esfuerzos de médicos y familiares, falleció el lunes 13.
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“Cuando ingresó la niña y logramos determinar los síntomas propios de la difteria, se le aplicó una dosis de antitoxina diftérica, de igual forma la madre de la menor logró rápidamente conseguir la penicilina cristalina, con lo cual la menor fue atendida”, relató Juan Carlos Gabaldón, estudiante de medicina que atendió a la menor.
Gabaldón destacó que el síntoma más evidente era el grosor del cuello y la membrana necrótica a nivel de la garganta, característica de la enfermedad. El futuro médico señaló que la menor llegó al Hula referida del Hospital de El Vigía, donde había llegado diagnosticada con resfriado común y amigdalitis pultácea del Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de Caño Zancudo, municipio Obispo Ramos de Lora de Mérida.
Durante el año 2017 la Coordinación de Epidemiología del Hospital Universitario de Los Andes ha registrado un total de 35 casos sospechosos de difteria en pacientes que principalmente llegan de la zona del sur del Lago de Maracaibo; así lo destacó Marlene de Salcedo, epidemióloga del Hula. De los casos sospechosos, 13 han sido confirmados por el Instituto Nacional de Higiene.
De Salcedo enfatizó que el brote de difteria en la entidad andina comenzó en la zona Sur del Lago y Santa Bárbara del Zulia, por lo cual “era responsabilidad de las autoridades sanitarias de esta zona realizar el bloqueo epidemiológico acorde y necesario que evitara que esta enfermedad se propagara y llegara a la entidad merideña. Ya en la ciudad de Mérida tenemos la enfermedad”.
Las edades más vulnerables son niños, adolescentes y jóvenes de entre 20 y 22 años, “esto debido a las fallas en el esquema de vacunación”.
De Salcedo también refirió la muerte de un niño de 2 años el pasado 15 de noviembre, así como el ingreso de una mujer embarazada y otro menor de edad, casos sospechosos de difteria que permanecen aislados y recibiendo tratamiento preventivo mientras llega el resultado del Instituto Nacional de Higiene.
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Manuel Méndez, adjunto a Epidemiología del Hula, destacó que ese departamento está a la espera de las vacunas y medicamentos para atender a los pacientes que ingresen con la Corynebacterium diphtheriae, que causa la difteria. “Hasta el 15 de noviembre teníamos la antitoxina diftérica”, señaló.
Méndez también acotó que en la medida de las posibilidades, “el protocolo para atender a los pacientes sospechosos de difteria se está cumpliendo, sin embargo, el equipo que está tomando las riendas del hospital está viendo las necesidades en cuanto a los equipos de protección que se requieren”.
En el mes de septiembre, Ciro Angulo, jefe de la emergencia de adultos del Hospital Universitario de Los Andes, aseguró que en esta área no contaban ni con guantes, ni con tapabocas para atender a los pacientes de difteria: “No tenemos protección ni los antibióticos necesarios para atender estos casos, lo cual ha puesto en riesgo no solo la vida del paciente, sino también las de quienes lo atendemos (…) Si tenemos que atender a un paciente sin guantes, lo atendemos; si tenemos que atenderlo en el piso, de igual forma lo atendemos, pero nuestra vocación como médicos no se limita a las carencias que tenga el hospital o el estado en cuanto a salud”, señaló en esa oportunidad.
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