El profesor José David De Sousa, coordinador del Servicio de Fórmulas Magistrales de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela (UCV), aclaró a El Pitazo Radio que no son una empresa farmacéutica, por lo que no producen medicinas a gran escala, como lo requiere la población venezolana; más bien, elaboran productos de calidad para pacientes con exigencias particulares remitidos por especialistas y profesionales del sector salud.
De Sousa salió al paso a las declaraciones ofrecidas por el presidente de la Federación de Centros Universitarios, Hasler Iglesias, quien indicó en un comunicado que lo único que necesita cualquier paciente es llevar su récipe médico y esperar dos días, hasta que su medicamento se encuentre listo para retirarlo.
De Sousa manifestó que «esto es falso. La Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela no fabrica medicamentos comerciales; nosotros somos un servicio que elaboramos fórmulas magistrales».
La dependencia fundamentalmente se centra en el servicio de la elaboración de fórmulas dermatológicas –que son las que tienen mayor demanda–, tratamientos para escabiosis, psoriasis, inflaciones de la piel, irritaciones, etc. También tienen una línea de productos estéticos antienvejecimiento, protector solar y repelente de insectos, entre otros productos.
El representante de la facultad informó que el servicio no cuenta con la materia prima suficiente para cubrir la demanda de medicinas en todo el territorio nacional, pues la escasez ha ocasionado la desaparición de muchos productos necesarios para la elaboración de los medicamentos. «Buscamos proveedores insistentemente hasta dar con quien nos suministre la materia prima de calidad y con certificado de análisis. Y, en otros casos, hemos solicitado donaciones«, declaró De Sousa.
Tampoco hay abundancia de personal. Entre médicos, pasantes y obreros no son más de 20 personas. Sin embargo, tratan de satisfacer a todos los pacientes que acuden en busca de algún fármaco recetado por especialistas de centros hospitalarios tanto públicos como privados.
De Sousa explica que no pueden producir de manera masiva porque una fórmula magistral exige una preparación individualizada. “Su elaboración se lleva a cabo siguiendo una receta médica que detalla cuáles son los activos que requiere ese paciente y en qué forma farmacéutica debe ser preparada por el profesional”, indicó.
Por su parte, el director de Investigaciones de la Facultad de Farmacia de la UCV, Michael Mijares, expresó que la confusión se debió a que solo se difundió una parte de una entrevista que un diario de circulación nacional le hizo hace dos años al Jefe del Servicio de Fórmulas Magistrales.
«Lo que allí quedó plasmado da a entender que nosotros como facultad podemos producir todos los medicamentos que están ausentes en el mercado, cuando lo que realmente puede hacer el Servicio de Fórmulas Magistrales es el ajuste de dosis medicas», indicó Mijares.
Mijares explicó que «el paciente lleva la fórmula; por ejemplo, si es una pastilla de 250 mg y la necesita de 50 mg, ellos le hacen el ajuste. Lo mismo pasa con las fórmulas pediátricas: se elaboran a partir de cápsulas o tabletas que consiguen los padres, pues en la actualidad no hay medicamentos pediátricos en el mercado».
Por otra parte, detalló que debido a la falta de materia prima, reactivos y excipientes, han tenido que reducir su horario de trabajo en el Servicio de Fórmulas Magistrales solo a las mañanas. de 8:00 am a 12:00 pm, cuando antes trabajaban mañana y tarde.
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