Caracas.- El abogado penalista Luis Izquiel, egresado de la Universidad Santa María, considera que la muerte de Carlos Luis Revette, alias «el Koki», a manos de funcionarios de la Brigada de Acciones Especiales (BAE) este 8 de febrero, es un alivio solamente para sectores caraqueños, pues resaltó que todavía quedan entre 40 o 50 megabandas operando en distintos sectores del país.

En declaraciones para El Pitazo, vía telefónica, Izquiel indicó que si bien «el Koki» era uno de los delincuentes con más impacto en el país, su muerte no significa nada para habitantes de Barrancas del Orinoco (Monagas) o del Barrio San Vicente (Aragua), porque en estas localidades operan otras «expresiones del crimen».

En este sentido, ejemplificó al señalar varias organizaciones criminales que, afirmó hacen vida en el país y mantienen en zozobra a las comunidades en las que operan. Mencionó al Sindicato de Barrancas, al Tren de Aragua, a la guerrilla colombiana, a los colectivos, carteles de drogas nacionales e internacionales y sindicatos mineros.

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El también profesor de criminología de la Universidad Central de Venezuela (UCV), resaltó la necesidad de que funcionarios de seguridad del Estado sigan custodiando la Cota 905, pues siguen prófugos tanto Carlos Calderón, conocido como “el Vampi” y Garbis Ochoa, “el Garbis”, integrantes de la banda del «Koki». Izquiel cree que si este cerco policial se quita, ambos pueden regresar para apoderarse de la zona o puede que otros habitantes de la comunidad formen una organización criminal.

A juicio del abogado penalista, la muerte de Carlos Luis Revette no tiene impacto si no se atacan otras expresiones del crimen en Venezuela y se aborda seriamente los problemas estructurales que propician la creación de estas megabandas. Para Izquiel algunas de esas fallas son: pobreza, deserción escolar, abandonado en la infancia, policías penetradas por la corrupción, impunidad y las cárceles.

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«Si esas circunstancias persisten, el caldo de cultivo permanecerá allí y se seguirá proporcionando la creación de esa bandas», agregó el profesor.

El deceso del «Koki» fue confirmada por el ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, en la tarde de este 8 de febrero. Desde la mañana de este martes, las instalaciones de la morgue de Bello Monte y todos sus accesos se mantienen custodiados por funcionarios de seguridad, pues el cadáver fue traslado desde Las Tejería, estado Aragua, (donde murió) hasta Caracas.

Este delincuente era solicitado por las autoridades policiales desde 2013, por los delitos de robo, homicidio y narcotráfico. También se le atribuían faltas por extorsión y secuestro desde 2017.