Caracas.- Cada 12 horas y media fallece un trabajador de la salud por causas atribuibles al COVID-19 en Venezuela. El promedio es un cálculo surgido del registro independiente que lleva la asociación civil Médicos Unidos de Venezuela. En total 205 integrantes del personal sanitario han fallecido desde el pasado 16 de junio. Ese día se conoció la muerte de Samuel Viloria, médico que falleció en el estado Zulia.
La muerte de Viloria marcó un precedente y una tendencia que se mantiene hasta ahora. Zulia es el estado con el mayor número de fallecimientos por complicaciones de la enfermedad viral en el país. También tiene el récord del mayor número de decesos de médicos. 23,4% del acumulado de muertos por coronavirus hasta este 1º de octubre eran médicos, enfermeros y un obrero que residían en la región occidental. El porcentaje corresponde a 37 médicos, 10 enfermeros y un empleado de otra área hospitalaria.
Distrito Capital, la segunda entidad con mayor incidencia de casos y letalidad, acumula 10,7% del total nacional. Apenas a un punto porcentual de diferencia está Anzoátegui, con 9,7% de los decesos. Ambos suman 42 víctimas de la enfermedad, en apenas cuatro de los más de seis meses que tiene la epidemia activa en el territorio nacional. Las muertes se han registrado en las 23 entidades del país. Lo que a juicio de Jaime Lorenzo, director de Médicos Unidos de Venezuela, revela un patrón de desasistencia y desprotección del personal de salud.
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Del dolor a la acción
El histórico de fallecidos es un esfuerzo de la mencionada ONG. Por lo tanto, se desconoce si todos los registrados murieron mientras desempeñaban sus funciones. Lo que si se ha constatado es que todos presentaron un colapso similar, luego de días con síntomas de la enfermedad. Además, a cerca del 90% se comprobó el criterio de muerte, mediante los resultados de las pruebas de reacción a la polimerasa (PCR por su acrónimo en inglés). Muchas de estas detecciones llegaron después de los fallecimientos.
También se recurrió a un seguimiento a través del gremio para garantizar la fiabilidad de las cifras. En las últimas semanas, la ONG ha denunciado la escasez de pruebas diagnósticas de PCR. Esto ha hecho aún más lento el proceso de confirmación. Este conteo paralelo se emprendió luego de que se comprobara que el Gobierno incluía hasta 15 días después los decesos de personal de salud. Hasta la fecha muchas de estas defunciones continúan fuera de los balances oficiales.
Lorenzo ha alertado que la incidencia del COVID-19 entre el personal de salud obedece a las fallas en la dotación de equipos de bioseguridad. Por eso, el médico impulsó la campaña Protégelos contra COVID-19, para recaudar fondos, por medio de un crowdfunding, que sirvan para adquirir guantes, tapabocas y batas descartables. En Táchira se organizó un tele-radio maratón que consiguió la cifra de 10.000 dólares.
El protocolo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que cada trabajador expuesto al contagio en un área de aislamiento debe cambiarse la mascarilla cada hora. Asimismo, los guantes deben ser descartados después de atender cada paciente. Gremios y sindicatos denunciaron desde el inicio de la pandemia que el Ministerio de Salud apenas entrega un tapabocas semanal y la dotación de guantes de un par de guantes diarios.
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