El Sindicato de Trabajadores del HCU denunció el riesgo sanitario de no contar con suministro continuo de agua | Foto: Cortesía
Caracas.- Las fallas en los servicios y funcionamiento en los hospitales de Caracas no tuvieron tregua navideña. Luego de una semana sin agua en el Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, de Lídice y Clínico Universitario decenas de pacientes pasaron la Nochebuena entre tobos y sometidos a las habituales esperas por falta de personal.
En el Hospital Clínico Universitario (HCU), localizado dentro del campus de la Universidad Central de Venezuela, la escasez de agua dificultó la atención, sobre todo en la sala de emergencia.
«Tenemos todo el año denunciando el problema en el suministro de agua. Llegamos a esta fecha sin solución. La capacidad de almacenamiento no es la óptima para un centro de salud», alertó Margot Monasterios, representante del Sindicato de Empleados del HCU.
Monasterios denunció los riesgos para la salud que implica la poca disponibilidad de agua en las áreas críticas. Además, cuestionó el mal manejo del problema que de contingencia pasó a falla estructural.
«No hay forma de garantizar la higiene y asepsia mínima requerida para la correcta atención de los pacientes. El agua dura almacenada semanas y no hay suficiente personal que se dedique a la tarea de limpiar los tanques o los tobos», detalló.
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Para pacientes del Pérez Carreño el déficit de personal de guardia fue evidente en todos los departamentos. El poco personal disponible tuvo que dividirse en todas las tareas para mantener la atención y operatividad del hospital.
«Muchos médicos de ese y la mayoría de los hospitales cubrirán las dos guardias de las fiestas decembrinas, pero aún así es insuficiente para la demanda de servicios. En el personal de enfermeros muchos ya tienen doble contratación por lo que no están disponibles», señaló Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Capital.
Contreras recalcó que el éxodo de personal es una evidencia del colapso del sistema de salud y no un problema meramente reivindicativo o salarial.
«Los enfermeros y enfermeras son los que menos quisieran irse. Pero con tantas dificultades para trabajar todo se vuelve insostenible. Esto no es un problema solo de sueldos, sino de un sistema que por su decadencia te expulsa», lamentó.
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La insuficiencia de personal de salud también fue la principal dificultad que enfrentaron pacientes del Hospital Dr. Jesús Yerena de Lídice, al oeste de Caracas. Los pocos enfermeros de guardia se turnaron entre las áreas de traumatología y de emergencia que fueron las presentaron mayor afluencia.
Con mejor abastecimiento de agua, pero sin personal calificado para el manejo de equipos, pacientes del hospital General del Este Dr. Domingo Luciani fueron sometidos a una espera que culminó para algunos en la tarde del día de Navidad.
Al poseer uno de los pocos tomógrafos en funcionamiento en toda la región capital, cientos de lesionados son referidos al también conocido como hospital de El Llanito, en Petare.
En medio de la precariedad, pacientes, familiares y personal de salud manifestaron su deseo de que en el venidero 2020 mejore el presupuesto en materia de salud y se atienda la emergencia que ya acumula cinco Navidades y ninguna noche buena.
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