Caracas.- La saturación de oxígeno es la medida de la cantidad de este elemento (oxígeno) disponible en la sangre. Cuando el corazón bombea, el oxígeno se une a los glóbulos rojos y ambos se reparten por todo el cuerpo. Los niveles de saturación óptimos garantizan que las células del organismo humano reciban la cantidad adecuada de oxígeno.

¿Cuáles son las variaciones de estos niveles que deben encender las alarmas?, ¿Quiénes son las personas más propensas a tener dificultades en sus niveles de saturación de oxígeno y cómo saber si efectivamente presenta estos inconvenientes de preocupación?

Para responder a estas inquietudes, El Pitazo entrevistó a la vicepresidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI), Patricia Valenzuela, quien empezó por aclarar que la saturación de oxígeno siempre varía de un individuo a otro y también depende del tipo de afección crónica que padezca.

Valenzuela refirió como ejemplos aquellas personas que tienen una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, las adictas al tabaquismo o quienes tienen una enfermedad bronquial mal controlada. Indicó que en estos casos la saturación puede ser un poco más baja de lo esperado.

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“Nos guiamos casi siempre de 94% de saturación de oxígeno hacia arriba, partiendo de un mínimo que está dentro del límite normal. Cuando baja del 94% aire ambiente (espacios abiertos o cerrados con oxígeno normal), ahí ya nos preocupa, especialmente en el contexto de COVID-19. Si esto sucede es una indicación de que hay que dirigirse a una emergencia para ser atendido y evaluar a la persona y decidir si se tiene que quedar hospitalizada”, apuntó la especialista.

Cómo saber si la persona tiene dificultad respiratoria

La médica infectóloga explicó que quien está presentando dificultades respiratorias lo expresa en el tono de voz, que empieza a ser más bajo de lo habitual.

“Las personas cuando tienen dificultad respiratoria hablan bajito, no hablan corrido y fluido, sino que hacen pausas para completar una oración. Si camina pequeños trayectos dentro de su casa que son usuales, como ir de la habitación al baño y se cansa excesivamente, esos son parámetros indirectos de que están fallando los niveles de saturación de oxígeno”, afirmó.

Asimismo, comentó que un ejercicio que puede ser practicado en casa es el de soplar una vela a una distancia de 20 o 30 centímetros. “Si la persona sopla y no la puede apagar, está presentando dificultad respiratoria”.

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Perfiles de alto riesgo

La representante de la SVI puntualiza que estos son los tipos de personas de alto riesgo que generalmente manifiestan problemas en su capacidad de respiración, como consecuencia del descenso de los niveles de saturación de oxígeno:

• Personas de la tercera edad (principalmente mayores de 65 años).

• Hipertensos.

• Personas con VIH Sida.

• Pacientes con cáncer o que reciban quimioterapia.

• Personas con tratamiento autoinmune o reumatológicas.

• Las que usan esteroides con frecuencia por alguna razón con prescripción médica.

• Mujeres embarazadas.

• Personas con obesidad, fumadores y otros hábitos tabáquicos.

• Quienes sufren de asma bronquial y personas que hayan tenido infartos al miocardio.

En el contexto del COVID-19, la experta en infectología señaló que el 85% de los casos son leves y pueden tratarse con telemedicina. Pero advirtió que las personas que presentan dificultad en la saturación de oxígeno de moderadas a severas o de severas a graves y críticas deben ser movilizadas de inmediato a un centro de salud. “Ya no se puede seguir atendiendo con telemedicina o a través de contactos telefónicos o virtuales”, enfatizó.