Los afectados deben acudir a diario al Distrito Sanitario N° 3, así no haya garantía de que les entregarán el tratamiento| Foto: Ronald E. Peña
Caracas.- Desde inicios de mayo, cuatro personas han fallecido por causas asociadas a fallas en la entrega de tratamiento para la tuberculosis en Caracas. De acuerdo con denuncias de un grupo de pacientes que llevan el control de su diagnóstico en el Distrito Sanitario N° 3, la escasez de medicinas se agudizó en febrero. A partir de entonces, empezaron a faltar con más frecuencia los fármacos indicados para detener el avance de la enfermedad respiratoria.
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Hace ocho días la interrupción del suministro fue total. La ausencia de despacho es motivo de preocupación para los más de 600 pacientes que tienen sus historias médicas en la sede sanitaria. Los denunciantes, algunos de los cuales prefirieron ocultar su identidad por temor a represalias, aseguran que la irregularidad solo ocurre en el edificio, situado en la avenida San Martín. Ahí se atiende a la población que reside en el al suroeste de la ciudad.
Los afectados señalaron a Elba Montañez, coordinadora del Distrito Sanitario N° 3, como responsable de la discontinuidad en el acceso a las medicinas. Pues, en dependencias ubicadas en otras zonas de Caracas la distribución del tratamiento apenas ha variado por las restricciones impuestas para la contención del COVID-19. Según su testimonio, desde que Montañez asumió el cargo empezó la intermitencia en la atención.
“A veces nos dejan todo el santo día esperando. Para al final decirnos que no hay. La semana pasada luego de una larga insistencia la coordinadora llegó, pero dijo que no había. Ya son ocho días sin recibir las dosis completas. Todos estamos atrasados en el tratamiento, porque al faltar así sea un día sin tomarlos no podemos cumplir con nuestras etapas de tratamiento y se podría empeorar nuestra condición”, contó Luis Domínguez, de 32 años y diagnosticado en enero pasado.
Con el inicio de la cuarentena total, decretada el pasado 16 de marzo, las dificultades para trasladarse a la dependencia sanitaria aumentaron. Muchos sin efectivo para pagar pasajes, hospitalizados o en fases más severas de la tuberculosis, dejaron de asistir al lugar. Sin embargo, para el grupo que acude todos los días en espera de una respuesta, la constante de promesas incumplidas sobre la asignación fluida y oportuna de los fármacos es el principal obstáculo.
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El desabastecimiento, o falla en la gestión administrativa afecta a niños, adultos mayores y un grupo de jóvenes. En una protesta realizada la mañana de este lunes, 18 de mayo, se observó la presencia de personas de un rango de edades promedio de 30 años. Sin cifras actualizadas sobre el nivel de propagación de la enfermedad en el país, la manifestación, efectuada a las puertas del Distrito Sanitario N° 3, sirvió para visibilizar la realidad actual de este segmento de la población.
“La tuberculosis nos está matando. Es injusto que una enfermedad que se puede controlar con unas pastillas nos tenga al borde de la muerte. Ya no sabemos qué hacer, a dónde acudir. En el Ministerio (de Salud) nos pelotean. Nadie asume la urgencia de nuestra situación. Ninguno de los que venimos para acá podemos pagar un tratamiento en otro lado. Dependemos de esta ayuda”, expresó Carmen Vargas, de 82 años, con un diagnóstico de más de un año que no ha podido superar por la escasez sostenida de medicinas.
Debido a la modalidad de tratamiento, que se debe hacer bajo estricta vigilancia médica, los fármacos no son entregados a los pacientes. Por eso cada día deben acudir al centro de atención para realizar las tomas. El esquema farmacológico consiste en la toma diaria de una combinación de hasta siete medicamentos, incluidos antibióticos de gran espectro.
La tuberculosis es una de las diez causas principales de muerte en el mundo, como en los registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es tal el grado de afectación global que, de hecho, su eliminación en el año 2030 es una de las metas en el ámbito de la salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Solo en 2018 alrededor de 10 millones de personas contrajeron la enfermedad. De ese total más de 1,5 millones de pacientes fallecieron por causas vinculadas a la enfermedad.
Desde su descubrimiento en 1882 se ha descrito como una infección ocasionada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que afecta principalmente a los pulmones, donde se aloja. Es una enfermedad que tiene cura, si se tiene acceso a las medicinas. Para lograr la curación el tratamiento debe administrarse durante seis meses, divididos en tres fases, luego de las cuales el paciente llega fase control de la enfermedad y nula transmisión.
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