Puerto Ordaz. – Esta semana comenzó sin insumos para los pacientes renales de la Unidad de Nefrología (Uninef) en Puerto Ordaz, estado Bolívar. El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), encargado de dotar al centro, no ha enviado los kits con el material necesario para las diálisis de los 79 pacientes que allí se atienden.
Víctor Paiva, paciente renal de este centro, fue uno de los voceros de la protesta que realizaron los enfermos esta semana, para denunciar «el crimen de lesa humanidad» que se comete contra quienes padecen esta patología, al no contar con los insumos necesarios para las diálisis. Esta semana los pacientes de Uninef han perdido entre una y dos diálisis por falta de insumos. Esto ocasiona que se acumulen líquidos en el cuerpo, se inflamen e incluso que se derrame el líquido pleural en los pulmones.
Uno de los materiales más escasos son las agujas de fístula arteriovenosas con bioseguridad, que no llegan a Uninef desde el año pasado. En el mercado negro, un par de este tipo de agujas se cotiza en Bs. S. 20.000, solo para una diálisis. Cada paciente renal recibe tratamiento entre dos y tres veces a la semana. Es decir, deben gastar entre 40.000 y 60.000 Bs. S, solo en agujas arteriovenosas, equivalentes a más de tres salarios mínimos, sin contar el gasto de los demás insumos que requiere la diálisis.
Otro de los insumos escasos son los catéteres para diálisis, que el Ivss no suministra desde hace varios meses a Uninef. Este material puede durar hasta cuatro meses, y en el mercado negro se consiguen a cambio de Bs. S. 600.000. «Todo depende de la higiene y del estado del paciente, puede durar menos o puede durar más. El problema que tenemos ahora en la sala de diálisis (de Uninef) es que no sirven los aires acondicionados y, por el calor, a muchos pacientes se les está infectando la vía», reveló Paiva. El alto costo de la reparación de los aires acondicionados es otra arista de la crisis venezolana que afecta a todos los centros de salud.
A la escasez de implementos y fármacos como la eritroproyetina y el complejo vitamina B12, que requieren los pacientes renales después de cada diálisis para compensarse, se suma que los enfermos solo reciben tres horas de tratamiento (en vez de cuatro), debido a los crecientes problemas de transporte que existen en Ciudad Guayana y que afectan la movilidad del personal, enfermos y familiares.
No es la primera vez que los pacientes de esta unidad se ven afectados por escasez de insumos. En junio de 2018, protestaron por primera vez para exigir al Seguro Social que enviara las líneas de hemodiálisis para poder dializarse.
Hasta este miércoles 6 de febrero, la directiva de Uninef no tiene respuesta para sus pacientes sobre abastecimiento de insumos, y aseguran que están en reuniones con el Ivss para garantizar los tratamientos de diálisis, declaró Paiva.
En Ciudad Guayana, ya cerró una unidad de diálisis que era subsidiada por el Ivss, la unidad José Gregorio Hernández, ubicada en San Félix. Paulatinamente se dañaron las 22 máquinas disponibles para aplicar tratamiento y no han podido repararlas, pues los repuestos son importados y muy costosos para traer al país.
En centros de diálisis privados, una sesión puede costar entre 300.000 y 400.000 Bs. S, sin incluir los medicamentos para el tratamiento.
«Es un crimen de lesa humanidad lo que está cometiendo el gobierno de Nicolás Maduro, un atentado contra nuestra vida, la de los pacientes renales, por no aceptar la ayuda humanitaria», concluyó Víctor Paiva, haciendo referencia a la posibilidad de ingreso de medicamentos e insumos al país para mitigar los efectos de la emergencia sanitaria, por orden del presidente de la Asamblea Nacional y presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.
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