Caracas.– Dejar claro que una de las mayores barreras que se interpone y obstaculiza el propósito de erradicar la pandemia no es de tipo médico ni logístico, sino de los mitos que se generan alrededor de la vacunación anti-COVID-19 y el bombardeo constante de información errónea sobre los efectos y causas que genera su aplicación fue la principal premisa que se plantearon la Asociación Civil Medianálisis y el Observatorio Venezolano de Fake News, de la mano del médico venezolano-nicaragüense César Cuadra Sánchez.
Uno de los mayores temores que enfrenta el mundo, tras iniciarse en algunos países el proceso de vacunación, se debe a los conocidos efectos adversos que ciertas fórmulas han generado, como las manifestaciones de trombosis en un número pequeño de la población.
Cuadra Sánchez explicó que es una condición poco común que se desencadena por la presencia de un trombo o un coágulo sanguíneo e impide la correcta circulación sanguínea. Argumentó que de 6,8 millones de personas que se aplicaron la vacuna de la Johnson & Johnson, solo 6 personas manifestaron la condición de Tscc (Trauma Symptom Checklist for Children); y en el caso de la vacuna AstraZeneca, de 25 millones de vacunados únicamente 62 personas.
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“Se trata de cambiar un riesgo elevado de tener COVID-19, por un riesgo bajo de tener un evento secundario”, manifestó el especialista.
Asimismo, el también director del laboratorio clínico Corpogen y especialista en microbiología destacó que la vacunación estimula el sistema inmunitario, debido al desarrollo de la también llamada “inmunidad entrenada”, que al ponerse en contacto con cierto patógeno, se hace mejor, según lo explicó el microbiológo. Además, aseguró que se puede obtener un efecto protector adicional contra otros virus.
Comentó que el tiempo entre una primera y segunda dosis de vacunación lo define el tipo de vacuna que se aplique el paciente, pues cada una “tiene su esquema, no se pierde la protección a pesar de que se pase el tiempo de la segunda dosis”; sin embargo, resaltó que no es recomendable salirse de los esquemas de vacunación.
Además, puntualizó en que las personas que ya tuvieron el virus deben colocarse la vacuna. «La evidencia que se tiene ahorita es que los niveles protectores van bajando, por lo que la vacunación repotencia los anticuerpos y la protección se revigoriza por más tiempo», precisó.
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“Lo más importante con respecto a una vacuna contra el COVID-19 es que la persona no presente la enfermedad, y si la presenta, que no llegue al deceso”, explicó el médico venezolano referente a la eficacia de las vacunas.
A su juicio, una vacuna que tenga 60% de eficacia en una persona asintomática puede llegar a tener 100% de virtud contra la enfermedad grave.
“Las vacunas anti-COVID-19, indiferentemente de dónde han sido desarrolladas, tienen plataformas distintas; sin embargo, todas son de alta eficacia y seguras”, aseguró Cuadra.
