Guanare.– En ningún hospital público del estado Portuguesa hay reservas de antisueros para el tratamiento de mordeduras venenosas. Esta carencia, ocurrida porque el Ministerio de Salud no dispone de la terapia, pone en riesgo la vida de la población, mayormente la de las zonas rurales, tal como ocurrió el miércoles 22 de mayo en los municipios Ospino y Guanare.
Voceros de la Dirección Regional de Vigilancia Epidemiológica, en Guanare, informaron a El Pitazo que en el hospital Antonio Pascualli, de Ospino, está recluida una niña de 13 años que ingresó por mordeduras de serpiente. Su estado es de gravedad y no ha podido ser tratada porque no hay suero antiofídico. Igualmente, en la sala de emergencia del hospital Miguel Oraá permanece internado un hombre de 61 años con la misma patología y sin el tratamiento debido.
Según la literatura médica, «el suero antiofídico, si se trata de mordeduras de serpientes, es un producto biológico utilizado como antídoto en el tratamiento de picaduras o mordeduras venenosas de todo tipo de animal, como por ejemplo: serpientes, escorpiones, alacranes y arañas».
«Los antisueros para mordeduras de serpientes se administran de forma intravenosa. Este neutraliza el veneno y detiene un mayor daño, pero no invierte el daño ya hecho. Por lo tanto, debe administrarse tan pronto como sea posible después de que el veneno ha sido inyectado por la víbora», señaló un especialista del hospital Miguel Oraá.
Desde que se usa el antisuero, algunas mordeduras, que eran antes inevitablemente fatales, se han hecho solo rara vez mortales, lo que ocurre siempre que el antisuero se haya administrado con suficiente rapidez.
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