Caracas.- Las deficiencias en el suministro de agua es uno de los principales problemas que afecta el funcionamiento de los hospitales en Venezuela. La falla estructural del servicio ha obligado a la implementación de medidas urgentes que garanticen la operatividad en los centros de salud. Con esa premisa la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) emprendió desde mediados de 2019 un plan de apoyo al Hospital Dr. José María Vargas, gracias al cual se instalaron cinco tanques y se habilitó un pozo.
Estas acciones permitieron ampliar la capacidad de almacenamiento de agua en el recinto hospitalario más antiguo de Caracas. La intervención de MSF permite que en la edificación se pueden reservar más de un millón de litros. Esto garantiza un acceso de agua continuo, pese a las continuos cortes o suspensiones del bombeo del líquido en Caracas. De esta manera se mantiene la atención tanto en áreas críticas como en la emergencia, una de las más concurridas de la ciudad.
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“Hoy tenemos un pozo profundo capaz de surtir agua suficiente para cubrir las necesidades del hospital, sobre todo el servicio de emergencias”, señaló Tirso Silva, director del Hospital Vargas, situado en el sector Cotiza, al noroeste de Caracas.
Por sus características de hospital escuela y centro de atención de diversas patologías, el establecimiento es un centro para el diagnóstico y seguimiento de varios segmentos de la población, sobre todo de bajos recursos. De ahí la importancia de la continuidad operativa y la ejecución de planes que faciliten el pleno acceso a los servicios de salud.
Cooperación integral
Lisbeth Materano, supervisora del área de agua y saneamiento de MSF, resaltó que la habilitación del pozo ha permitido la plena reactivación del suministro de agua. La disponibilidad de agua en las mismas instalaciones hospitalarias asegura el servicio 24 horas, los siete días de la semana. El diseño de la obra está enfocado en que tanto el edificio de emergencias como las salas de quirófanos cuentan con agua de forma ininterrumpida. El pozo facilita el abastecimiento de todos los tanques, agregó.
La técnica especialista de agua y saneamiento de MSF, Mariela Gutiérrez, enfatizó en que la zona en donde está ubicado el hospital el agua es escasa desde hace años. Debido a esto en la comisión de expertos de MSF optó por el pozo, de una profundidad de 108 metros y un diámetro de seis pulgadas, como la alternativa más sostenible. La instalación bombea agua hasta el sistema de almacenamiento de manera automática y sin sobrecargar la logística del centro asistencial.
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“El servicio de agua llega esporádicamente y no se logran llenar los tanques. El agua del chorro continuo del pozo, permitirá balancear el suministro en estas áreas y garantizar el lavado de manos, la higiene y la desinfección, tan necesario en el control de infecciones”, subrayó.
Además de los trabajos para mejorar el abastecimiento de agua, la ONG mantiene el apoyo en otros departamentos. En año y medio ha culminado obras de rehabilitación en las áreas críticas. Para esto se ha enfocado en actividades dirigidas a la optimización del uso de la energía y mantenimiento de equipos biomédicos. También ha participado en la construcción y rehabilitación de salas y quirófanos, así como en la limpieza y rehabilitación de la morgue. Todo esto sin descuidar aspecto como el de prevención y asistencia directa a los pacientes.