Caracas.- Sobre las expectativas de muchas personas en el mundo y muy especialmente en la región, acerca de cuál tipo de vacuna anti-COVID-19 representa la mejor opción, el médico infectólogo mexicano Alejandro Macías expresó: «La mejor vacuna es la que te toque».
Tal aseveración fue compartida durante una charla vía Zoom, realizada este 8 de abril, en una actividad denominada Vacunas para COVID-19 en Latinoamérica: ¿Solución o ilusión?, promovida por la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI) y la Universidad Central de Venezuela (UCV).
A propósito de la disyuntiva que en varios países tienen algunos sectores de la población sobre decidir cuál dosis de vacuna para contrarrestar los efectos del COVID-19 resulta mejor, el experto en biología molecular considera que si los gobiernos del mundo han negociado las vacunas que de manera pertinente pasaron por todas las fases de aprobación exigidas por la Organización Mundial de la Salud, las personas no pueden «darse el lujo ahora mismo» de escoger cuál opción es la más favorecedora.
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«En estos momentos, la actitud debe ser la de acceder al proceso de vacunación que sus gobiernos estén promoviendo de la mejor manera y en el tiempo más rápido posible. Lo que quiero decir no es que vayamos a ciegas a ser vacunados, sino que entendamos que si vamos en un avión que está a punto de caerse y mi salvación es un paracaídas negro, no voy a desecharlo porque quiero uno blanco», subrayó.
Macías comentó que, en unos años, la ciencia y los avances de vacunación contra el coronavirus «seguramente evolucionarán tanto» que las autoridades sanitarias de cada país podrán adquirir diferente vacunas, de acuerdo con el tipo de paciente, sus respectivas variantes de enfermedades congénitas y edad, entre otras características.
«Por ahora, si un país puede tener la posibilidad de adquirir más de un tipo de vacuna, pues creo yo que debe evaluarse cuál deben ser administradas a qué tipo de población. Pero la mayoría de las naciones latinoamericanas no tienen el nivel de ingresos para comprar más de una vacuna y, por ende, las personas deben sumarse a la inmunización con la opción que tengan al alcance de las circunstancias», enfatizó.
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El experto en biología molecular está convencido de que «sin vacunas el mundo no volverá a la antigua normalidad» y cree también, basado en estudios científicos, que las variantes del COVID-19 dejarán de mutar a corto plazo, lo que, a su juicio, significa una buena noticia.
«De hecho, el virus de la influenza siempre estará evolucionando, su mutación no se detendrá y será así hasta el infinito. En cambio, el coronavirus tiene una capacidad de mutación limitada, por lo tanto a este virus le sucederá lo que al mago cuando se le acaban los conejos de la chistera (sombrero) y en unos tres años con el proceso de las vacunas, tendremos la posibilidad de controlarlo con relativa facilidad», aseveró.
