Caracas.- Norka Hernández expresó sentir mucha rabia por lo que considera fue una injusticia en el procedimiento judicial de su padre José Hernández, quien falleció el pasado 23 de marzo de 2021 por no recibir ayuda médica oportuna por parte de las autoridades. «En Venezuela sí existe la pena de muerte, porque a mi papá me lo condenaron a morir lentamente«, sentenció.
En rueda de prensa vía Zoom moderada este viernes 9 de abril por la ONG Defiende Venezuela, Norka insistió en que todas las autoridades venezolanas que estuvieron involucradas en el procedimiento judicial de su padre son responsables del fallecimiento.
«Mi familia y yo acudimos a todas las instancias posibles, yo le rogué al director del circuito, a los custodios, incluso hablé con la ministra de Asuntos Penitenciarios, ella sabía del caso, pero no hicieron nada. Mi padre era inocente y me lo mataron», aseveró.
Manifestó sentirse indignada porque recientemente se enteraron de que existía una boleta de excarcelación emitida el 1 de marzo de 2021 de la que nunca notificaron a la familia.
«Tengo rabia, tengo mucha rabia. Fueron más de 20 días en los que pudimos haber hecho algo, pero no fue sino hasta el 15 de marzo que lo llevaron al Hospital Central de Barquisimeto, cuando ya estaba muy grave», apuntó.
Contexto y medida ignorada
José Humberto Hernández residía en Barquisimeto, estado Lara. En marzo de 2016 fue privado de libertad en la cárcel Fénix del estado Lara por presuntamente participar en tráfico de drogas. Según su abogado defensor Yeimber Machado, fue juzgado sin pruebas que lo incriminaran y sin una sentencia que pusiera fin a «ese largo e injusto proceso».
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«El señor Hernández se encontraba trabajando como vigilante en el aeroclub de Lara, ubicado al lado del aeropuerto Jacinto Lara de Barquisimeto, la noche en que partió una avioneta que tenía una carga de estupefacientes y que aterrizó posteriormente en República Dominicana», dijo Machado.
El abogado señaló que desde ese momento comenzó una cantidad de irregularidades en la detención de José Hernández, a través de un largo retardo procesal. «Nada más para comenzar, el señor Hernández ni siquiera trabajaba en el aeropuerto Jacinto Lara, sino era custodio del aeroclub que está al lado», precisó.
A José Humberto Hernández quien al momento de su fallecimiento tenía 67 años de edad y padre de dos hijas, le fue aprobada el 28 de enero de 2021 una medida cautelar por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tras considerar que se encontraba en una situación de urgencia por haber sido diagnosticado con diferentes patologías que afectaban su salud.
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La ONG Defiende Venezuela, organización que ha venido apoyando el caso de José Hernández, refirió que esta medida otorgada por la CIDH fue ignorada por las autoridades del Estado venezolano. Sus representantes destacaron que seguirán trabajando hasta conseguir que se haga justicia.
