Caracas.- El estudio “Solidaridad”, avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgó sus primeros resultados. La investigación centró sus indagaciones en determinar la eficacia para el tratamiento contra el nuevo coronavirus de los cuatro medicamentos más usados en el mundo. En el transcurso de la observación se verificó la evolución de pacientes hospitalizados con COVID-19 a quienes se les administró remdesivir, hidroxicloroquina, lopinavir o interferón.
En las conclusiones, los investigadores enfatizaron que ninguna de estas medicinas tiene efecto en la reducción del tiempo de hospitalización. Tampoco en la disminución de la mortalidad asociada a la enfermedad. El seguimiento se hizo a 11.266 pacientes adultos, internados en 405 hospitales de 30 países. A 36% de los casos estudiados no se les dio ninguno de los medicamentos de la investigación. Mientras, al resto, desde el inicio de sus convalecencias, se les aplicaron dosis diferenciadas de los fármacos, según la muestra a estudiar.
Del grupo que formó parte del ensayo, a 2.750 se les asignó remdesivir y a 1.412 se les inyectó interferón. A otro grupo de 1.411 se les administró lopinavir; otros a 954 recibieron dosis de hidroxicloroquina y en 651 se probó una combinación de interferón con lopinavir. Sin embargo, el hallazgo es que 4.088 pacientes con diagnóstico de la enfermedad comprobado por laboratorio, superaron los síntomas sin que se les aplicara ningún medicamento.
COMUNIDAD CIENTÍFICA CUESTIONA EFECTIVIDAD DEL INTERFERÓN COMO TRATAMIENTO PARA EL COVID-19
“Estos esquemas de remdesivir, hidroxicloroquina, lopinavir e interferón parecían tener poco o ningún efecto en el COVID-19 hospitalizado, como lo indican la mortalidad general, el inicio de la ventilación y la duración de la estancia hospitalaria. Los hallazgos de mortalidad contienen la mayoría de la evidencia aleatorizada sobre remdesivir e interferón, y son consistentes con metaanálisis de mortalidad en todos los ensayos mayores”, alegaron los científicos.
El interferón beta-1a fue de los primeros tratamientos que se incluyeron en el esquema de abordaje del coronavirus en Venezuela. El 11 de marzo, dos días antes de que se confirmaran los primeros casos de la afección viral en el país, el gobernante Nicolás Maduro anunció la compra de 10 mil unidades de la medicina a Cuba. Desde el ingreso de los primeros afectados a centros de aislamiento se inició el uso de la fórmula. Pero nunca se conocieron los resultados del uso de la medicina, que como todas las autorizadas por la OMS para el coronavirus está en fase experimental.
Conocido como un antiviral que estimula el sistema inmunológico, al Interferón beta-1a es considerado el primer fármaco de la biotecnología cubana. Fue inventado en 1984 por el llamado Polo Científico Cubano con distintos usos en estos 30 años. Respecto al efecto del antiviral contra el COVID-19, los expertos de la OMS no detectaron un índice de mortalidad alto, que relacionara con su administración en los pacientes estudiados. No obstante, su bajo aporte en la disminución del número de muertes o el tiempo de hospitalización dejó dudas acerca de su eficacia. En casi la mitad de los casos revisados, el producto cubano se probó con otros medicamentos.
“Para el interferón no se han reportado grandes ensayos de mortalidad. Sobre la base de unos 4.000 pacientes, la mortalidad en Solidaridad fue de 1,16, 0,96-1,39. Esto no demuestra peligro, pero el límite de confianza inferior excluye una reducción moderada de la mortalidad en estas circunstancias. Cerca de la mitad de los pacientes asignados con interferón (y la mitad de sus controles) recibieron corticosteroides, pero el interferón versus la mortalidad por control no parecía afectado por los corticosteroides”, reseñaron.
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