Caracas. Jesús Acosta, de 12 años, y al menos otros ocho niños gravemente enfermos se han convertido en víctimas involuntarias de las sanciones de EEUU a empresas vinculadas con el gobierno Nicolás Maduro, reseñó un artículo de AP, de fecha 23 de febrero de 2019.
La nota indica que los gastos del niño, que ya fue operado pero requiere tratamiento y posiblemente un segundo trasplante, habían sido pagados por la Fundación Simón Bolívar con sede en Houston, fundada por Citgo, subsidiaria de Pdvsa.
Sin embargo, Carlos Acosta y los padres de otros ocho niños bajo tratamiento en Barcelona, España, recibieron una carta de la fundación que decía que ya no podía apoyarlos, debido a la crisis diplomática entre Washington y Caracas.
Junto con la carta, recibieron los pasajes para regresar a Venezuela. Pero se negaron a volver, pues significaría una sentencia de muerte para Jesús, cuyo sistema inmunitario es débil y vulnerable a cualquier enfermedad durante el vuelo.
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Una vez en casa, Acosta dijo que no podría garantizar que recibiera la sangre para las transfusiones que necesita desde los cinco meses de edad, cuando le diagnosticaron talasemia, un trastorno sanguíneo por el cual su organismo no produce suficientes glóbulos rojos.
Añadió a The Associated Press que la escasez de medicamentos y la hiperinflación hacen imposible cubrir los requerimientos médicos.
Acosta espera que si Juan Guaidó toma el poder, el dinero volverá a llegar a las familias a través de la fundación.
«En Venezuela estamos viviendo situaciones que son críticas, esta fundación era la opción que teníamos», dijo Acosta, quien trabaja en la compañía de electricidad de Ciudad Bolívar.
Los otros niños venezolanos bajo tratamiento en el hospital Sant Joan de Deu padecen tumores cerebrales, glaucoma, leucemia y trastornos cardíacos.
Además de pagar los gastos médicos, los pasajes de avión y el alojamiento de los pacientes y sus padres, la fundación les pagaba un estipendio mensual de 930 euros.
Toni Arias, directivo del Sant Joan de Deu, dijo que la Fundación Simón Bolívar le había provisto de fondos suficientes para el tratamiento médico de nueve niños.
Sin fondos para más niños
Sant Joan de Deu dijo que si bien garantizará el tratamiento de estos pacientes, no llegarán otros niños a través de la Fundación Simón Bolívar.
Sandra Manzanares, agente de seguros en Valencia, Venezuela, es la madre de un niño que ha quedado en el limbo.
Javier, su hijo de 14 años, padece una reacción en la piel provocada por un trasplante de médula ósea que recibió en Sant Joan de Deu en 2017.
Pensaba regresar con él a España para continuar el tratamiento, pero esos planes han quedado en suspenso. Dijo que sabía de otros tres niños en la misma situación.
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