Foto: Archivo referencial
Caracas.- Ejecutivos de la farmacéutica estadounidense Pfizer ya había mencionado en varias oportunidades las razones por las cuales no habían aceptado dinero público para la elaboración de una vacuna contra el COVID-19, pero en septiembre de este año lo reiteraron para dejar por sentado que querían actuar rápido ante el inminente virus.
Albert Bourla, presidente de la compañía, dijo en una entrevista para CBS antes de que se conociera la efectividad de la vacuna elaborada en conjunto con la alemana BioNTech, que rechazó la financiación del Gobierno porque quería «liberar a los científicos de cualquier burocracia«, reseña una noticia publicada por el medio de comunicación El Mundo este 10 de noviembre.
Sostuvo en esa misma entrevista, que también quería mantener a su empresa fuera de la política. Antes de estas declaraciones, John Young, jefe de negocios de Pfizer en la Cámara de Representantes de EE. UU. en julio pasado, cuando afirmó que no había recibido dinero del Estado porque consideraban tener los mecanismos y conocimientos para realizar los ensayos de una posible vacuna.
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Sin embargo, la socia de Pfizer, la firma alemana BioNTech sí recibió 375 millones del gobierno de Ángela Merkel para el proyecto de inmunización. El directo general, Ugur Sahin, respondió mediante un comunicado agradeciendo y asegurando que el dinero serviría para proporcionar una vacuna segura, eficaz y aceleraría el desarrollo.
Ambas compañías anunciaron el 9 de noviembre que los estudios de su vacuna contra el COVID-19 muestran una eficacia superior al 90% en los participantes, sin evidencias previas de infección. Este nivel de eficacia se ha logrado siete días después de la segunda dosis, es decir 28 días después del inicio de la vacunación, que tiene dos dosis.
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