| Foto: EFE
Caracas.- El COVID-19 ha impactado duramente al continente americano, en el que ha ocurrido una quinta parte de las muertes mundiales por este flagelo. A pesar de ello, el proceso de vacunación en el continente avanza lento, mientras algunos gobiernos sostienen que esto se debe a falta de vacunas y retrasos en el proceso de entrega de las ya acordadas.
El Pitazo te presenta en claves cómo ha sido, en líneas generales, el proceso de vacunación en nuestro continente.
Según la información manejada por la ONG Our World in Data, de la Universidad de Oxford, y consultadas por El Pitazo este 14 de abril, la diferencia en el ritmo de vacunación en los países del continente americano es abismal. Chile lidera la tasa de vacunación con 12.260.000 personas inmunizadas, lo que se traduce en un 38,94% de su población.
Le sigue Estados Unidos con un total de 192.280.000 dosis aplicadas, lo que corresponde al 36,57% de su población. Además, una cuarta parte de la población mayor de 65 años ya sido vacunada.
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Diametralmente opuestos son los escenarios en Brasil y México. La nación carioca ha logrado vacunar a unos 30.800.000 brasileños, un 11,10% de su población total, mientras que México ha inmunizado a 12.250.000 personas, un 7,52% de la población.
Por otra parte, en Venezuela se han vacunado tan solo 250.000 personas, lo que se traduce en el 0,88% de la población. La última actualización de la cifra para nuestro país se presentó el 14 de abril.
Se debe mencionar que Venezuela no cuenta con un sistema centralizado que permita cuantificar mejor la data, y se depende solo de la información ofrecida por voceros del gobierno de Maduro, quienes aseguran que en el país se han vacunado unas 250.000 personas.
La gran mayoría de los países del continente cuentan con un plan de vacunación estratégica que prioriza al personal de salud, personal esencial y adultos mayores.
Mientras en Chile y Brasil este plan se ha cumplido en líneas generales, en otros países se han presentado irregularidades.
En Estados Unidos se ha presentado cierta desigualdad en la inmunización, pues a pesar de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) establecieron las prioridades, cada estado tiene autonomía sobre la distribución de las vacunas.
Esto ha generado marcadas diferencias en sectorización de la vacuna. Por ejemplo, en Alaska se ha priorizado la velocidad y solo un 20% de las personas de la tercera edad han sido vacunadas, mientras que en Los Ángeles —donde la densidad de población es mucho mayor— esta cifra alcanza el 66%, según reseña el Financial Times, de Londres.
En Venezuela todavía no se ha publicado un plan oficial de vacunación. Sin embargo, desde la llegada de la vacuna rusa Sputnik V, en febrero, el gobierno de Maduro ha dado prioridad a los trabajadores del sector salud y altos cargos políticos, entre ellos gobernadores, alcaldes y diputados.
Por otra parte, Maduro y sus voceros han asegurado que en junio comenzará la vacunación generalizada de la población, pero aún sin un plan detallado. Mientras, el pasado 9 de abril comenzó la vacunación a las personas de la tercera edad, siguiendo una sorteo realizado a través del Sistema Patria del cual no se tienen detalles.
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A pesar de que ningún país ha presentado un listado de funcionarios públicos que hayan recibido la vacuna, en redes sociales algunos de ellos se han mostrado siendo vacunados. Uno de ellos fue Nicolás Maduro. Se sabe que también su esposa, Cilia Flores, y algunos diputados de la Asamblea Nacional (de mayoría oficialista).
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, completó su inmunización antes de ser juramentado como presidente, en enero. En ese mismo mes, otros funcionarios de su administración, como Mike Pence, Nancy Pelosi y Kamala Harris, ya habían sido vacunados.
En Chile el presidente Sebastián Piñera ya fue inmunizado, mientras el caso del “Vacunagate” amenaza el logro de su avanzado plan de vacunación. Según reportes de la agencia France24, al menos 37 mil personas fueron vacunadas contra el COVID-19 sin cumplir con los requisitos establecidos en el esquema de priorización, como ser mayores de 60 años y o no poseer enfermedades crónicas.
Por su parte en Brasil se presentó un caso similar, y hay denuncias en al menos 12 estados de irregularidades en las que funcionarios públicos, políticos y empresarios fueron inmunizados pasando por encima de los grupos priorizados.
Hasta el momento, en ninguno de los países alguien ha asumido la responsabilidad, mientras continúan con las investigaciones.
Por su parte, los presidentes de Brasil y México, Jair Bolsonaro y Andrés López Obrador respectivamente, no han procedido a inmunizarse y sostienen que aún no lo harán. Bolsonaro asegura que debe dar el ejemplo y ser el último en vacunarse, y López Obrador señala que tiene suficientes anticuerpos tras haber superado el COVID-19.
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