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Caracas.- La crisis en Venezuela subió a una escala de gravedad. Activistas de derechos humanos ya catalogan que el país está inmerso en una emergencia humanitaria compleja porque el país pasa por una “dramática disrupción”. Según la caracterización que ofrece la Organización de Naciones Unidas (ONU), esta se produce en el orden político, económico y social cuando existe un conflicto interno o externo o desastre natural que afecta severamente la capacidad del Estado y sus autoridades de responder ante la coyuntura. Al darse esta situación, se requiere una acción coordinada, multisectorial e internacional (ayuda humanitaria) para mitigar los daños y evitar que más vidas estén comprometidas.
En el caso de Venezuela, esa asistencia requerida, que le corresponde brindar a agencias y organismos internacionales, se ha recibido limitadamente y quienes se han beneficiados son los venezolanos que emigraron a Colombia y Brasil, entre otros países.
La activación de los mecanismos de cooperación internacional requiere que el Gobierno nacional acepte la existencia de la emergencia humanitaria compleja en el territorio. Es, justamente, en este punto donde comienza la diatriba: el gobierno de Nicolás Maduro, quien dice ser el presidente constitucional, pese al desconocimiento de la comunidad internacional, no reconoce la situación de urgencia y mantiene que de aceptarse se abriría la puerta para una posible intervención al país.
En contraposición con la postura de Nicolás Maduro, la oposición venezolana, y especialmente diferentes ONG y sociedades científicas médicas, denuncian que desde hace mucho tiempo el país alcanzó niveles de una “crisis humanitaria”. La situación se fue agravando progresivamente pese a las denuncias por la crisis hospitalaria y fallecidos por no contar con medicinas. Internacionalmente se generó una alarma, sobre todo por la migración forzada de venezolanos en busca de alimentos y medicamentos. Este hecho despertó, incluso, la preocupación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que mediante una resolución exigió el año pasado a Nicolás Maduro aceptar la ayuda humanitaria para paliar la escasez de alimentos y medicinas.
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Luego de que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, asumió las funciones del Poder Ejecutivo, apalancado en la premisa de que Nicolás Maduro no fue electo en elecciones libres y transparentes, el tema de la recepción de la ayuda humanitaria volvió a ponerse sobre el tapete: Guaidó planteó activar los mecanismos para que lleguen medicinas y suministros al país con el concierto de algunos países, como Estados Unidos, nación que no reconoce a Maduro y que ha impuesto una serie de sanciones económicas para presionar al gobierno chavista. ¿Qué ha ocurrido luego del anuncio de la activación de la cooperación humanitaria? El Pitazo te ofrece las claves de los últimos acontecimientos que rodean esta decisión:
- La Asamblea Nacional declara la “usurpación” del poder por parte de Nicolás Maduro, a lo cual se une la decisión de un grupo de países que no reconoce actualmente al sucesor de Hugo Chávez, pues alegan que su período legal venció el 9 de enero de 2019. El 23 de enero, en medio de una manifestación que congregó a la oposición en Caracas (manifestación que también se produjo en más de 53 puntos del país y en 200 ciudades del mundo, aproximadamente), Juan Guaidó, presidente del Parlamento, asume las competencias del Ejecutivo nacional y asoma que allanarán el camino para recibir la ayuda humanitaria para mitigar, en principio, los sufrimientos y las muertes relacionadas con la escasez de medicinas y alimentos.
- Como parte del Plan País, presentado por el presidente encargado, Juan Guaidó, se crea la Comisión Especial de Seguimiento a la Emergencia Humanitaria, que está presidida por el diputado Miguel Pizarro, con el objetivo de canalizar las solicitudes de asistencia.
- El Parlamento se reunió el viernes 1 de febrero con diferentes organizaciones de la sociedad civil, como Caritas Venezuela y Acción Solidaria, en la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) para crear una comisión técnica con la finalidad de canalizar el proceso de recepción de los suministros que ingresen al país. El encuentro, encabezado por Guaidó y Pizarro, sirvió para que los parlamentarios conocieran las acciones realizadas por instituciones que han sido el puente para recibir donaciones al país, así como también conocer los protocolos internacionales aceptados para concretar el ingreso de la ayuda humanitaria.
- El pasado sábado 2 de febrero, durante una manifestación opositora en Las Mercedes (Caracas), el presidente encargado, Juan Guaidó, señaló que se concretó una coalición internacional para la recepción de la ayuda humanitaria. Allí adelantó que se planteó la instalación de tres centros de acopio donde se recibirán los cargamentos con medicinas, suministros y suplementos nutricionales provenientes de entes internacionales, que están ubicados en Colombia, Brasil y una isla del Caribe.
- La Comisión Especial de Seguimiento para la Ayuda Humanitaria de la Asamblea Nacional informó el domingo 3 de febrero que el próximo fin de semana llegarán tres cargamentos con medicinas, suministros médicos quirúrgicos y suplementos nutricionales al centro de acopio ubicado en Cúcuta, en Colombia. Las provisiones serán para atender la primera fase de la asistencia humanitaria, que priorizará a poblaciones vulnerables.
- El lunes 4 de enero, Guaidó adelantó que en cinco hospitales tipo IV (centros de atención especializados con más de 300 camas) serán empleados para la asistencia humanitaria, aunque aún no se conocen detalles sobre cuáles serán esas instituciones de salud.
- Pizarro señaló el martes 5 de febrero que la Comisión Especial de Seguimiento para la Ayuda Humanitaria indicó que ya cuenta con un plan estratégico que comprende una fase de la implementación de la ayuda humanitaria. Se pretende “institucionalizar” la ayuda para garantizar principios de transparencia. La primera etapa será la de los acopios; luego, en otra etapa, se planteará la entrega efectiva de esos suministros.