Caracas.- 72 horas. Ese fue el tiempo, casi cronometrado, que pasó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed. En el establecimiento de la fuerza naval, situado en Bethesda, estado Maryland, Trump se sometió a un tratamiento experimental. Gracias a este esquema logró evolucionar rápidamente a los síntomas del nuevo coronavirus.
La enfermedad se la detectaron la tarde del pasado jueves. Al día siguiente, la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Alyssa Farah, descartó que la afección fuera motivo de incapacidad para Trump, pues solo había presentado “síntomas leves”. Sin embargo, la tarde del viernes al presidente lo trasladaron al mencionado centro de salud militar.
El traslado se justificó en una aparente disminución de sus indicadores de oximetría, como se denomina al método de medición del porcentaje de oxígeno en sangre. Una de las afecciones más graves ocasionadas por el virus en el organismo. 3 días después, la tarde de este lunes, 5 de octubre, el mandatario volvió a la Casa Blanca.
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Remdesivir, regeneron, dexametasona y famotidina fueron la base del esquema de tratamiento, según los partes divulgados por la junta médica que atendió al presidente estadounidense. Estas fórmulas se acompañaron con cápsulas de zinc, aspirina, vitamina D y melatonina. El llamado coctel antiviral le permitió a Trump mostrar una mejoría notoria en las primeras 24 horas de hospitalización.
Con más de 74 años y signos de sobrepeso, para médicos en Estados Unidos las precondiciones clínicas de Trump representaban un riesgo frente al COVID-19. Desde el inicio de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud ha insistido en que las personas con obesidad presentan las tasas más altas de complicaciones. El aspecto de la edad ha sido rebatido en los últimos dos meses. Diversos estudios comprobaron que los mayores ingresos a unidades de cuidados intensivos era a personas que no tenían más de 45 años.
La combinación farmacológica utilizó medicamentos antivirales, protectores gástricos y potenciadores del sistema inmunológico. Eso justificaría la rápida respuesta del organismo del presidente ante el agente viral. No obstante, se desconoce si el también candidato a la reelección por el partido republicano ya superó el virus. La tarde el lunes, su médico personal se negó a revelar la fecha y hora de la última prueba realizada antes de ser devuelto a la residencia presidencial.
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En paralelo al avance de la emergencia global, científicos de todo el mundo trabajan en el hallazgo de una vacuna y cura universal a la enfermedad. Esto ha supuesto la experimentación con medicinas existentes. La patente del remdesivir, producto del laboratorio estadounidense Gilead, se liberó para aumentar su producción, una vez se evidenció su efecto favorable en pacientes con síntomas moderados y severos del COVID-19.
Remdesivir: estudios preliminares revelaron que ciertas algunos pacientes hospitalizados con síntomas graves de COVID-19 acortaron el tiempo de recuperación. En mayo la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó el uso de emergencia del remdesivir para casos de coronavirus.
Regeneron: es una terapia de anticuerpos o cóctel de anticuerpos, aprobado el pasado 29 de septiembre. En el informe final elaborado a para lograr la aprobación se detalla que el producto “podría proporcionar un sustituto terapéutico para la respuesta inmune natural”. Se administra sobre todo en pacientes que tengan menos probabilidades de eliminar el virus por sí mismos, o que hayan presentado síntomas por un tiempo prolongado.
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Dexametasona: en la página oficial de la OMS se explica que este compuesto es un corticosteroide que se utiliza en el tratamiento de varias afecciones, principalmente por sus efectos antiinflamatorios e inmunosupresores. En un ensayo clínico en Reino Unido, se observó que aporta beneficios a enfermos en estado crítico con COVID-19.
Melatonina: es una hormona presente de forma natural en el cuerpo humano. Un estudio hecho en la Universidad de Granada, España constató que la melatonina ayuda a modificar la respuesta del organismo frente al SARS-COV-2. De esta forma se logra una respuesta capaz de adaptarse y contener el avance del patógeno.
Famotidina: este antiácido de uso común demostró ser coadyuvante en la recuperación de pacientes hospitalizados con coronavirus. Así lo certificó una investigación médica en del Instituto Northwell Health, en la ciudad de Nueva York.
El resto del tratamiento se indica para el fortalecimiento del sistema inmunológico. Las cápsulas sintéticas de zinc y de vitamina D reponen las pérdidas orgánicas del cuerpo de pacientes afectados. En cuanto a la aspirina se ha constatado su aporte en el incremento de las cantidades de plaquetas en la sangre y sus beneficios en el proceso de coagulación. Esto ayuda evitar trombosis, uno de los daños más comunes asociados al virus en pacientes con síntomas moderados y graves.
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