Caracas.- El tratamiento por transfusión de plasma de convaleciente en pacientes con el nuevo coronavirus es un proceso delicado y riguroso. El procedimiento usa el método de la plasmaféresis, mediante el cual se separa el plasma del resto de los componentes de la sangre de un paciente recuperado de la enfermedad, al que se llama donante. Esta sustancia se transfiere a un paciente con un cuadro de COVID-19, al que se llama receptor.
Para llegar a una transfusión segura, con el menor margen de riesgo para donante y receptor, se deben cumplir una serie de parámetros. La Administración de Medicamentos y Alimentos del gobierno de Estados Unidos (FDA) actualizó recientemente sus recomendaciones para garantizar que la terapia se realice de forma segura. El Pitazo recopiló estos pasos, sugerencias y acotaciones, ahora que el gobierno de Nicolás Maduro entró en una fase de prueba del tratamiento en pacientes venezolanos.
El proceso inicia con la elección de un donante ideal. Este debe ser una persona con alta médica de la enfermedad, para esto debe contar con un certificado de la prueba de egreso. Esa es la única forma de comprobar que se recuperó de coronavirus y califica como convaleciente para la extracción del plasma, lo que le da el nombre al tratamiento. El candidato a donante y el receptor deben someterse todas las recomendadas por el sistema de control de calidad del banco de sangre, además del protocolo de seguridad de hemocomponentes.
Exámenes
También de pasar por un hemograma completo. Asimismo, la pesquisa previa incluye otra prueba para determinar la carga de anticuerpos, el llamado test de diagnóstico rápido SARS-CoV-2. En Venezuela dentro del protocolo para donación de sangre o sus componentes, el Ministerio de Salud aconseja tener un peso mayor de 50 kilogramos.
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Como requisito anterior al día del procedimiento de plasmaféresis se pide haber consumido suficiente líquido y hasta siete horas de descanso previo. Por lo complejo del proceso, el receptor debe firmar su consentimiento antes de someterse a la transfusión.
El procedimiento de transfusión se hace bajo criterios clínicos. Solo se pueden transfundir hasta 200 mililitros de plasma en pacientes adultos.
La transfusión intravenosa se debe administrar de forma lenta. Los controles se deben extremar para detectar cualquier reacción adversa a la transfusión, sobre todo en los primeros 20 minutos del proceso. La transferencia de plasma debe completarse en un lapso de entre una y cuatro horas posteriores al comienzo del monitoreo y registro de los signos vitales del paciente.
Vigilancia
Entre cada transfusión debe fijarse un periodo de 48 horas como intervalo mínimo. La vigilancia es clave en esta fase. El equipo médico y de enfermería deben estar preparados para reacciones o complicaciones que surjan durante la aplicación del tratamiento. Por ser un producto terapéutico de origen biológico, el componente sanguíneo se almacena de forma diferenciada al resto de hemocomponentes.
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El depositario debe identificarse claramente como “plasma convaleciente para uso en estudios relacionados a SARS-CoV-2”. La fecha de vencimiento dependerá del cumplimiento adecuado de las prácticas de almacenamiento en los bancos de sangre. La FDA calcula que el plasma fresco congelado puede durar al menos un año desde la fecha de extracción, si se almacena a más de 180 °C , sin variaciones súbitas de la temperatura.
El congelamiento debe cumplirse en las 8 horas posteriores a la recolección del donante. La agencia estadounidense recomienda una supervisión especial de las unidades recolectadas, que deben pasar por una revisión periódica que verifique la calidad de sus componentes.
