Caracas.- Un ictus o accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o se tapa por un coágulo, lo que impide el flujo de sangre, oxígeno y glucosa necesarios. La consecuencia es que las células nerviosas del área no pueden funcionar y mueren luego de unos minutos. Anualmente, 14.500.000 personas en el mundo sufren de este tipo de accidentes y por los menos 5.000.000 mueren.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, en 2050, la población mundial mayor de 65 años será de 46% y casi la mitad podría sufrir un ACV. Cada 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus, con el fin de concienciar acerca de la prevención.
A propósito de esta fecha, El Pitazo resume las recomendaciones de José Ramón Gómez Mancebo, presidente de la Fundación Venezolana de Cardiología Preventiva y profesor de la cátedra de Cardiología del Hospital Universitario de Caracas, que asegura, una de cada cuatro personas mayores puede sufrir un accidente de este tipo, pero se puede prevenir en 90% de los casos.
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- Alimentación balanceada: Gómez Mancebo precisa que las personas con hipertensión, obesidad y diabetes son más propensas frente al riesgo de un ACV, pero se puede prevenir cumpliendo el tratamiento adecuado y llevando una dieta balanceada baja en grasas y sales. Sobre todo, quienes tienen antecedentes de familiares que padecieron de algunas de estas condiciones, deben considerar llevar un estilo de vida saludable.
- Actividad física: una de las causas de los accidentes cerebrovasculares es el sedentarismo, por lo que el especialista insiste en la importancia de hacer alguna actividad física con regularidad. Aunque es poco probable que personas jóvenes sufran un Ictus, Gómez Mancebo sí considera que es importante prevenir desde temprano.
Señales que son alertas
Gómez Mancebo explica que los accidentes cerebrovasculares resultan en la pérdida de capacidades físicas, por lo que se debe prestar atención a síntomas como la asimetría en las facciones faciales, dificultad repentina para hablar, dolor de cabeza inusual, ceguera brusca, pérdida de la fuerza en un lado del cuerpo o vértigo intenso que pueda, incluso, alterar la capacidad para marchar. En caso de presentar alguno de estos síntomas, la persona debe acudir a emergencias médicas.