Foto: Juan Barreto
La pediatra Enriqueta Sileo, expone hoy 3 de octubre que la mortalidad infantil aumentó 40% entre 2008 y 2018, además recalca que la tasa de mortalidad infantil es de los indicadores más importantes para determinar el estado del acceso al derecho a la salud en la infancia y adolescencia es la mortalidad infantil y, en general, para determinar las condiciones del sistema de salud.
Según el registro de Somos Noticia, recabado por Cecodap y expuesto por la pediatra Enriqueta Sileo, la Esperanza de vida de niños nacidos desde 2017 cayó 3,5%. Los datos corresponden a la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello.
En el informe Cecodap calculan un aumento de 400% en el índice de mortalidad infantil en Venezuela para 2019 respecto de 2017. Según Encovi, hasta hace dos años el número de muertes de niños menores de un año de edad estaba calculado en 20.000 fallecimientos.
El informe Somos Noticia de Cecodap se elabora a partir del análisis de lo publicado en medios como El Pitazo y del registro propio que recaba la ONG respecto de las condiciones de acceso a los derechos de niñas, niños y adolescentes, debido a las dificultades para acceder a información oficial.
Enriqueta Sileo, especialista en salud adolescente, también explica cómo la reemergencia de enfermedades que tenían décadas, como el sarampión y la difteria, eliminadas del territorio venezolano vulnera los derechos de niñas, niños y adolescente por la falta de acceso oportuno a vacunas.
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La pediatra detalla que en el caso del sarampión, virus que tenía 15 años controlado en el país, no se tiene control ni en el correcto diagnóstico. «Apenas la mitad de los casos sospechosos registrados en el 2018 se comprobaron por laboratorio».
Sileo, quien es fundadora del Servicio de Medicina de la Adolescencia del Hospital J.M. de los Ríos, hace énfasis en que en Venezuela no está garantiza la adecuada cobertura de inmunización. «No hay seguimiento epidemiológico. No se cumple el esquema de vacunación, porque solo se aplica una vacuna y no se administran los refuerzos. De esa forma los niños y adolescentes quedan igual de expuestos a enfermedades prevenibles con vacuna».
Por su parte, Abel Saraiba, coordinador del Programa Creciendo sin Violencia de @cecodap, alerta sobre el aumento de la tendencia al suicidio o daño autoinfligido en adolescentes que pasó de 1 caso registrado en 2017 a 4 entre 2018 y 2019, solo en Caracas.
Saraiba añade que 1 de cada 4 niños y adolescentes que acuden a consulta en Cecodap presenta síntomas de cuadros de ansiedad, depresión o alteración del ánimo en algún nivel.
En el informe «Somos Noticia» también se detalla que 28,3% de los migrantes venezolanos deja al menos un niño en el país al cuidado de algún familiar. Acnur Américas registra que más de 4 millones de venezolanos han emigrado en los últimos cuatro años.
Revela Saraiba, que al menos 849.000 niños perdieron el contacto con algunos de sus padres debido a la migración forzada en el año 2018. «El número podría quedarse corto, porque no se tiene acceso a información oficial», señala.
Con información de Jesús Barreto
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