El balance de contagios por COVID-19 ofrecido por la administración de Nicolás Maduro arrojó este jueves, 20 de agosto, su registro más bajo en lo que va de semana, con 699 casos conocidos, luego de tener varios días alcanzando picos de más de 1.000 casos diarios.
En un sube y baja estadístico, la semana empezó con 1.047 casos el lunes, que luego disminuyeron el martes a 895 y volvió a crecer el miércoles con 1.171; sin embargo, el del jueves tuvo una disminución drástica, con 40,3% menos contagios respecto al día anterior.
Otro dato importante revelado por la vicepresidenta del gobierno de Maduro, Delcy Rodríguez, fue que por primera vez en varios días, Distrito Capital dejó de ser el principal foco de coronavirus del país, y ocupó el segundo lugar con 158 casos en reemplazo del estado Miranda, que tuvo 167. No obstante, las cifras no cambian mucho el panorama de la región capital, al considerar la conexión entre ambas entidades por el Área Metropolitana de Caracas, así como por las denominadas ciudades dormitorio ubicadas en los ejes Guarenas-Guatire, Altos Mirandinos y Valles del Tuy.
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El reporte de Rodríguez, que durante esta semana ha adoptado la costumbre de ser publicado a través de Twitter, también reflejó un cambio en las cifras de venezolanos contagiados que han sido captados en la frontera al regresar de otros países, pues de los 30 casos positivos encontrados, todos son provenientes de Colombia y fueron ubicados en los estados Táchira y Zulia. Si bien la frontera tachirense ha sido la que más casos ha registrado esta semana, en reportes anteriores eran los pasos de Apure los que, por lejos, acaparaban la mayoría de los repatriados infectados, pero en los últimos días han estado inusualmente calmados.
Con la denuncia realizada este jueves por Migración Colombia sobre el cierre unilateral por parte del gobierno de Maduro del puente internacional Simón Bolívar, que conecta las ciudades de Cúcuta y San Antonio del Táchira, podrían verse cambios en los próximos días en las cifras de los denominados «casos importados», pero al costo de mantener retenidos en la frontera a más de 40.000 venezolanos que esperan volver a sus hogares.
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