Este miércoles el señor Miguel Colmenárez recibió la noticia más dolorosa de su vida: los médicos de guardia del Hospital Pediátrico Niño Jesús de San Felipe, Yaracuy le indicaron que su hijo, con apenas 36 días de nacido, había fallecido.
El sábado pasado los padres del recién nacido fueron notificados de que éste había contraído una bacteria, la cual se alojó en sus pulmones y le causó neumonía, por lo cual el cuerpo médico tuvo que cambiar la medicación al infante y entubarlo.
“Mi hijo nació prematuro el 20 de diciembre, estuvo en incubadora, pero ya había superado toda gravedad, según me informaron los médicos que lo trataron”, declaró a El Pitazo.
El hombre explica que desde que el bebé fue internado en el Hospital Pediátrico le hicieron cuatro exámenes bateriológicos: “El primero salió negativo; el segundo mostraba un proceso infeccioso; el tercero también, debido a que no estaba recibiendo el tratamiento correspondiente, y a la semana le mandé a hacer otro. Los resultados arrojaron que estaba sano”.
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Colmenárez asegura que al obtener resultados alentadores solicitó que le dieran el alta médica a su hijo, pero éste apenas pesaba 1 kilo 200 gramos, por lo cual se la negaron.
“Me encontré a una de las doctoras que atendió a mi hijo, quien no lo veía desde hace una semana y me dijo que estaba alarmada por la cantidad de muertes de recién nacidos a causa de una misma bacteria”, contó.
“Desde el 20 de diciembre que yo estuve con mi hijo allí (Hospital Pediátrico), cada día moría un bebé. El domingo fallecieron tres y la mayoría por la misma causa”, enfatizó el hombre, conmovido.
El hermetismo sobre estos casos en el Hospital Pediátrico es total, sin embargo, se conoció que nueve niños fallecieron la última semana a causa de una extraña bacteria.
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