Maturín.- La lista de bebés fallecidos por desnutrición en Monagas sigue creciendo. El 25 de mayo se registró el deceso número 26 de este año, solo en la emergencia pediátrica del Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar en Maturín.
José Ángel Cabrera tenía seis meses y murió pesando 4 kilos 500 gramos. Vivía en Teresén, municipio Caripe, al norte del estado. El lactante fue ingresado a las 3:00 de la tarde del jueves 24 de mayo con retención de líquido, tras ser remitido desde el hospital de Caripe. «El bebé no podía orinar y por eso el médico decidió que lo llevaran a Maturín», contó Junior Cabrera, su padre.
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José Ángel falleció a las 10:00 de la mañana del pasado viernes, 20 minutos después de que le sacaron sangre para hacerle varios exámenes de laboratorio y cuando su padre gastaba 4.200.000 bolívares en un antibiótico para tratarle la diarrea, que le comenzó después de recibir hidratación en el centro asistencial.
El bebé estaba tan hinchado que las enfermeras no le conseguían las venas para pasarle el tratamiento. Junior Cabrera pagó 5.250.000 bolívares en siete yelcos y 14.000.000 de bolívares en un rollo de adhesivo para colocarle la vía, que quedaron en el hospital. «Me hicieron gastar dinero innecesariamente cuando en el hospital están esos insumos que me pidieron, yo mismo los vi en uno de los sótanos del hospital», contó a El Pitazo vía telefónica.
Todo un drama
Cuando José Ángel nació pesó 3,200 kilogramos, su madre lo amamantaba, pero alternaba su alimentación con leche de fórmula que consiguieron en el mercado negro a un precio elevado. Su progenitor piensa que la leche estaba vencida y que por eso comenzó a caerle mal al bebé.
«A los cuatro meses dejó de mamar y tuvimos que darle leche completa, desde allí empeoró su condición. Lo llevamos al hospital de Caripe y los médicos le indicaron un tratamiento que hizo que empezara a retener líquido», dijo.
Cuando la familia notó que el lactante dejó de orinar, decidieron llevarlo de nuevo al centro asistencial y fue en ese momento cuando el médico lo remitió al Hospital Manuel Núñez Tovar, donde este mes la atención de bebés desnutridos aumentó a cuatro por día, informó recientemente la jefa de la emergencia pediátrica, Yacirka Vásquez.
Junior Cabrera es agricultor y las pocas ganancias de estos meses las dejó en el entierro de su segundo hijo. La urna le costó 30.000.000 de bolívares y, adicional, pagó 5.000.000 de bolívares en efectivo para trasladar el cuerpo hasta Caripe. «Nadie quiso prepararlo para que pudiera llegar a la casa. Cuando llegamos le colocaron formol para velarlo un rato y luego enterrarlo el sábado en la tarde», dijo.
Cabrera fue a la Gobernación de Monagas pidiendo ayuda y allí se la negaron; también se acercó hasta las oficinas de Negra Matea, donde tampoco le gestionaron recursos. Los 5.000.000 de bolívares en efectivo se los prestó una hermana, quien tiene un negocio en Punta de Mata (Ezequiel Zamora), porque ninguna empresa quería hacer el traslado por una transferencia bancaria.
En el acta de defunción se asentó que el deceso ocurrió por una neumonía bilateral y no por el cuadro de desnutrición o cualquier otra patología asociada a esta. «Mi hijo ni siquiera gripe tenía, cómo es que van a decir que fue por neumonía«, cuestionó.